En este artículo vamos a ver uno de los mayores placeres que hay, el motivo por el que una dicha caliente nos hace sentir tan bien. Después de una semana sin parar por el trabajo o por cualquiera de los motivos que se nos puedan ocurrir, llegar a casa un viernes y meternos en la ducha o la bañera con agua caliente parece que nos sumerge en una especie de limbo de relajación que hace que acabemos la semana de la mejor manera posible. Una ducha caliente nos otorga una especie de revitalización que hace que podamos permanecer bajo el agua durante el tiempo que haga falta. La pregunta que nos surge es la siguiente, ¿por qué ocurre esto, por qué las duchas calientes nos hacen sentir tan bien?
En un primer momento, es fácil saber que a una temperatura cálida, el agua es capaz de relajar los músculos e incluso mitigar el dolor de los mismos.
En este artículo vamos a ver algunos de los motivos por los que una ducha caliente nos hace sentir tan bien:
5El agua caliente funciona como un masajeador
Por último, el agua funciona como un masajeador, por lo que puede mejorar la circulación en el organismo. También influye en el sistema nervioso como ya hemos visto, y ayuda a doblegar la sensación de dolor, por eso vemos que los atletas de élite utilizan baños de agua caliente y agua fría para ayudar en su recuperación.
La ciencia también atribuye los beneficios de la temperatura del agua a su capacidad para transferir el calor, de hecho, tiene un efecto regulador de la misma. Por ejemplo, si nos encontramos con mucho frío, con una ducha caliente podemos ayudar a equilibrar la temperatura y de esta forma sentirnos más cómodos.
Estas no son todas las razones por las que una ducha caliente nos sienta tan bien, y es que lo único que hay que hacer es meterse bajo el agua y sentir la paz y la capacidad que tenemos para relajarnos, aclarar la mente y alejarnos del estrés de la vida cotidiana.