Desde el inicio de la pandemia, el teletrabajo se convirtió en una realidad que hasta ahora muy pocas empresas habían utilizado en nuestro país, pero tiene truco, y por ello vamos a ver el motivo por el que no debes teletrabajar en pijama. El teletrabajo se veía como la panacea para evitar el madrugón, la ducha justo al despertar pelándonos de frío, tener que vestirnos y coger el coche para ir a la oficina. El tiempo fue pasando y se vio que esto no era tan así, ya que se perdía mucho tiempo en cosas que nos distraían, no éramos productivos y perdíamos capacidad de decisión en lo que al trabajo respecta. Los expertos comenzaron a dar su opinión sobre el teletrabajo y algunos consejos que vamos a ver en este artículo, pero sobretodo, por qué debemos desechar la idea de teletrabajar en pijama.
Veamos cuáles son algunos de los motivos:
3Vestirnos como si fuéramos al trabajo
Como comentábamos en uno de los puntos anteriores, el hecho de vestirse y arreglarse como si fuéramos a la oficina es básico. Lógicamente si solemos ir al trabajo en traje no hace falta que nos lo pongamos en casa, pero arreglarse mínimamente sería muy bueno. Es una realidad inevitable asociar teletrabajo con dejadez en el hecho de cuidarse o de vestirse. No tenemos que vestirnos ni ducharnos con prisas porque tengamos que ir al trabajo, por lo que lo vamos dejando y al final esto interfiere en nuestra capacidad para que sean jornadas fructíferas de trabajo. Quizá esto sea consecuencia directa del teletrabajo forzado por el confinamiento, pero hay que establecer una rutina por que sino es muy difícil.
No ocurre nada por trabajar un día en pijama porque nos apetezca, pero si se convierte en un hábito y comienza a existir desgana y abandono personal, ahí hay que cortar de raíz, ya que podría incluso interferir en otros aspectos de nuestra vida.