Desde el inicio de la pandemia, el teletrabajo se convirtió en una realidad que hasta ahora muy pocas empresas habían utilizado en nuestro país, pero tiene truco, y por ello vamos a ver el motivo por el que no debes teletrabajar en pijama. El teletrabajo se veía como la panacea para evitar el madrugón, la ducha justo al despertar pelándonos de frío, tener que vestirnos y coger el coche para ir a la oficina. El tiempo fue pasando y se vio que esto no era tan así, ya que se perdía mucho tiempo en cosas que nos distraían, no éramos productivos y perdíamos capacidad de decisión en lo que al trabajo respecta. Los expertos comenzaron a dar su opinión sobre el teletrabajo y algunos consejos que vamos a ver en este artículo, pero sobretodo, por qué debemos desechar la idea de teletrabajar en pijama.
Veamos cuáles son algunos de los motivos:
24 puntos por los que no teletrabajar en pijama
Algunos expertos establecen numerosos motivos por los que no estar todo el día en pijama, pero de todos ellos sobresalen cuatro:
- Cambiarnos de ropa nos ayuda a delimitar y diferenciar el horario laboral y el de ocio. Lógicamente, no vamos al trabajo en pijama, por lo que puede ayudarnos bastante, desde la perspectiva de la rutina, el hecho de cambiarnos de ropa durante las horas que tenemos que trabajar.
- Puede otorgarnos mayor facilidad de concentración. Si establecemos la rutina de cambiarnos de ropa para trabajar, nuestro cuerpo lo asociará al trabajo y se pondrá en «modo trabajar». De hecho, si nos ponemos algo de ropa más arreglado en lugar del pijama o el chándal, seguro que evitaremos hacer las tareas del hogar que nos distraen.
- Esta rutina de cambiarnos de ropa puede ayudar a que no nos moleste nadie en casa, ya que la asociarán a tiempo de trabajo.
- Mentalidad. La mente es muy poderosa, y si mantenemos lo más parecido posible el teletrabajo a cuando acudíamos a la oficina, nos costará menos concentrarnos y ser igual de productivos.