El peor de los escenarios para el Atlético de Madrid que entrena Diego Simeone se cumplió en esta jornada 29, pues tras la victoria del Real Madrid, sobre el Eibar, y su derrota, contra el Sevilla, todo se ha acercado con la victoria sobre la hora del FC Barcelona, frente al Valladolid. Los rojiblancos quedan solo un punto por encima del conjunto azulgrana y a tres de los merengues; pero es que todavía faltan enfrentamientos muy complicados en estas nueve jornadas que restan, por lo que el equipo colchonero podría acabar perdiendo una Liga que parecía tener ganada a mitad de campaña y con mucha solvencia.
Los de Simeone llegaron a estar en un momento con 10 puntos sobre el segundo lugar y además con dos partidos menos; lo que indica que su temporada estaba siendo grandiosa en todos los sentidos. Sin embargo, con el correr de los partidos la distancia se fue acortando, ellos fueron cayendo de las otras competiciones y su juego fue disminuyendo hasta ser una sombra de lo que mostró a principio de campaña. Ya sin más nada que pelear que por la LaLiga Santander se esperaba que la escuadra rojiblanca hiciera gala de una entereza impresionante, no solo para mantener su ventaja, sino también para levantar ese trofeo; pero nada más alejado de la realidad. Simeone y los suyos han caído en una espiral de fallos, propiciados por el propio técnico argentino, que podría hacerlos perder un campeonato que ya tenían casi en el bolsillo.
1Un planteamiento de Simeone que no funciona
Analizar el partido ante el Sevilla es el mejor ejemplo que se puede dar de lo que se ha convertido el Atlético de Madrid ahora que el miedo invade a Simeone. Y es que tras comenzar la temporada siendo un equipo atrevido, que atacaba y que gracias al tridente formado por Luis Suárez, Marcos Llorente y Joao Félix, al fin estaba goleando, pues todo se ha venido derrumbando gracias a que el argentino ha querido volver a las viejas formas. Con la idea fija de defenderse a ultranza, sin querer potenciar los buenos hombres que tiene, el conjunto colchonero se ha ido atrincherando cada vez más cerca de Oblak, olvidándose que para quedar campeones deben ganar los partidos que restan.
Tras lo sucedido contra el Chelsea, en una serie en la que casi ni atacaron y no pudieron anotar ni un gol en 18 minutos, muchos pensaban que Simeone cambaría es retroceso que dio en ese duelo; así que volvería a apostar por un equipo más ofensivo, pero todos se equivocaron. El miedo se ha apoderado de él y tanto esto como él mismo se han convertido en su mayor enemigo; porque ha planteado partidos muy defensivos y arrinconados atrás, cuando a principio de temporada ganaba los partidos atacando. El miedo a perder parece haberlo cegado y sus planteamientos reflejan lo asustado que está de perder, pero con eso en mente se ha olvidado por completo de ganar.