El almíbar es el ingrediente principal de cualquier dulce como: las conservas de fruta, bizcochos y panqueques, caramelos, tocino de cielo, sorbetes, fondues, algunos merengues como, por ejemplo; el merengue italiano, todos ellos llevan almíbar. Un principal elemento de muchos postres caseros, trata de un disuelto de azúcar normalmente en agua, el cual se cocina hasta quedar como un jarabe.
La receta para hacer el almíbar
Si lo que deseas es hacer algún dulce especial, en esta ocasión te enseñaremos los secretos de cómo preparar almíbar, por ello deberás seguir la receta al pie de la letra como todo cocinero, hasta que llegues al punto donde dice preparar el almíbar y añadirlo. Toma en cuenta primeramente los ingredientes que necesitaras.
Ingredientes
- 200 gr de azúcar blanco
- 100 ml de agua
Sugerencias antes de la preparación
- Para realizar el almíbar necesitamos azúcar blanco refinado. Puede ser en polvo o terrones, como tú lo prefieras. Debemos cocinar el azúcar en agua en un recipiente de acero inoxidable preferiblemente. Uno de cobre no esmaltado también valdría. Lo importante es que el fondo de la cazuela sea grueso.
- Cuando cocinemos debe ser de manera progresiva. iniciamos calentando a fuego lento. Así el azúcar se va disolviendo poco a poco. Cuando se haya fundido podremos subir la temperatura y dejarlo cocinar hasta conseguir el punto deseado del almíbar.
- Lo mejor es no remover el almíbar durante este proceso, pero sí debemos evitar que se cristalice en las paredes del recipiente. Para eso podemos pasar un pincel remojado por los bordes durante todo el tiempo de cocción.
- Las cantidades de azúcar y agua que utilizamos pueden variar, dependen del tipo de almíbar que queramos preparar y el uso que le vayamos a dar. Generalmente, la proporción para hacer un almíbar básico es el doble de azúcar que de agua. La cantidad que utilices vendrá dada por la cantidad de almíbar que necesites.
Preparación
- De manera general el azúcar y el agua se utilizan en una proporción de 2 x 1, es decir 200 gramos de azúcar y 100 ml. de agua. De cualquier manera, las cantidades pueden variar de receta en receta y dependen del uso que se le dará luego al almíbar.
- Es una cacerola colocamos los dos ingredientes y los llevamos a fuego medio–bajo. El tiempo de cocción varía según el uso que le daremos al almíbar.
- Si lo utilizaremos para añadirlo a un bizcocho, no es necesario que espese, por lo que serán suficientes un par de minutos de ebullición, hasta que el azúcar se disuelva.
- En cambio, si necesitamos el almíbar tradicional, ese que es denso como un jarabe, debemos cocinarlo por unos 10 minutos desde que hierve, removiendo cada tanto con una cuchara de madera.
- Debes tener en cuenta que una vez frío se adensará aún más, por lo que después de los 10 minutos si aún te parece que este líquido, no te preocupes que al enfriarse tomará la consistencia justa.
Algunos tipos de almíbar
Cuando cocinamos el almíbar, esto nos sirve para distinguir entre los diferentes tipos que existen. Podemos utilizar un pesajarabes, el cual, es una especie de termómetro especializado para indicar la temperatura alcanzada, para calcular los distintos puntos de cocción del almíbar, para que hagas unas nueces caramelizadas en casa.
No nos preocupemos, para todo hay una técnica alternativa y tradicional. En este caso es tan simple como ir tomando un poco de almíbar con la cuchara y pasarlo entre los dedos, eso sí, mojados en agua fría. La textura que adquiere entre los dedos nos indica los diferentes puntos de cocción. Te explicaremos a continuación los distintos tipos de almíbar y como conseguirlos.
Almíbar flojo o ligero
Este almíbar corresponde a 100° de temperatura. Se produce al mezclar agua y azúcar en partes iguales, hasta su punto de ebullición, aproximadamente de cinco minutos. Es decir, cuando se hierve es totalmente transparente. Este es utilizado para hacer frutas en almíbar, savarins y otras preparaciones.
Almíbar a punto de hebra fina
Un poco después a unos 105°, el almíbar empieza a espesar. En este punto, si tomamos una pequeña cantidad entre los dedos(enfriados en agua fría), comprobamos como los filamentos finos se forman desde la cuchara se rompen con facilidad. De tal manera que este se utiliza en frutas confitadas o pasta de almendras.
Almíbar a punto de hebra gruesa
A unos 110° esas hebras alcanzan un punto más grueso y resistente, de unos 5 milímetros de largo. Por lo cual, se podría decir que este es el almíbar básico o estándar. Normalmente es utilizado para glaseados y otras recetas más.
Almíbar a punto de bola blanda
Para saber si hemos llegado a este punto debemos colocar un poco de almíbar entre los dedos o dejar caer un poco en agua fría. Si vemos que se forma una perlita blanda o una bola blanda es que ha llegado a este punto. En el pesajarabes equivale uno 120°. Este almíbar es utilizado en cremas de mantequilla, caramelos blandos, confituras, jaleas, merengue italiano y nougats.
Almíbar a punto de bola dura
Es muy similar al de bola blanda, pero la bola que forma es más dura y compacta y no se aplasta con los dedos. Corresponde a unos 130-135º. Se usa en caramelos, confituras, decoraciones de azúcar y merengue italiano también.
Almíbar a punto quebrado pequeño
Se prepara a unos 140º C. En este caso, la mezcla se endurece al caer en agua fría y se pega a los dientes si la mordemos. Es flexible y no se rompe si lo curvamos con los dedos. No se usa así para ninguna elaboración. Debemos cocinarla hasta el punto siguiente.
Almíbar a punto de quebrado grande
Es el punto previo al caramelo. El punto de cocción es cercano a 150º. Aquí el almíbar se caracteriza por el color amarillo claro que empieza a tomar en las paredes del cazo. La gota que cae en el agua fría se vuelve dura y quebradiza. Si intentamos estirarla entre los dedos comprobaremos que se rompe fácilmente.