Algunas cosas que la mayoría pensaba que eran idílicas, con el tiempo se comprueba que no fue tanto así. Un buen ejemplo de eso sería Pep Guardiola y lo sucedido en el vestuario del FC Barcelona; porque en su etapa como entrenador en el primer equipo blaugrana dejó algunas joyas que ahora salen a la luz. Si bien en un principio se pensó que la salida del estratega catalán del conjunto azulgrana había sido una mezcla de cansancio con el final de un ciclo; con el pasó del tiempo se ha descubierto que no todo acabó tan bien como se pensaba. Las cosas comenzaron a deteriorarse con la llegada de Sandro Rosell a la presidencia y al final si que fue importante; pero ahora se sabe que su convivencia con los jugadores también contribuyo a su adiós.
Para nadie es un secreto que esa renovación de año a año de Guardiola era una vía de escape por si las cosas no funcionaban con el que en ese momento se convirtió en el nuevo mandatario; al final acabó pasando eso y las desavenencias fueron tales que el técnico se cansó y pidió a Rosell que no lo molestara más. No obstante, en una entrevista para ‘ESPN’, Guardiola reveló que el deterioro de su relación con varios de los futbolistas de la plantilla azulgrana también contribuyó a que acabara abandonando al equipo y se tomara un año sabático. Pese a que fue una época repleta de triunfos y títulos, hasta convertirse en la más exitosa de la historia del club; esto quedó a un lado por algunas diferencias con sus jugadores y al trato que se tenían.
2Esas cicatrices que dejan enseñanzas
Su paso por el Barcelona le dejó algunas heridas, pero también enseñanzas de las cosas que se puede encontrar un entrenador dentro de un vestuario. Las diferentes personalidades, la forma de llevar el éxito, también algunos momentos malos y, por su puesto, la distintas opiniones entre jugadores y entrenador; todo eso sirvió para forjar el técnico que es ahora. Aunque lo más importante que aprendió Guardiola es que siempre es el futbolista el que decide si una relación más cercana o no.
«A lo largo de las temporadas, las relaciones con los jugadores siempre dejan cicatrices, pero también mucho aprendizaje. Se aprende de todo. Pero la relación entre el entrenador y los jugadores depende de ellos y no del entrenador. Hay jugadores que se merecen tener una relación cercana y otros una relación más distante», indicó de forma certera un Pep Guardiola que sabe que esa relación cercana, con algunos de los futbolistas que ha tenido bajo su cargo, depende que concuerden con su forma de pensar del fútbol y que, como ya comentó, siempre tengan presente que el equipo es más importante que los logros individuales.