Algunas cosas que la mayoría pensaba que eran idílicas, con el tiempo se comprueba que no fue tanto así. Un buen ejemplo de eso sería Pep Guardiola y lo sucedido en el vestuario del FC Barcelona; porque en su etapa como entrenador en el primer equipo blaugrana dejó algunas joyas que ahora salen a la luz. Si bien en un principio se pensó que la salida del estratega catalán del conjunto azulgrana había sido una mezcla de cansancio con el final de un ciclo; con el pasó del tiempo se ha descubierto que no todo acabó tan bien como se pensaba. Las cosas comenzaron a deteriorarse con la llegada de Sandro Rosell a la presidencia y al final si que fue importante; pero ahora se sabe que su convivencia con los jugadores también contribuyo a su adiós.
Para nadie es un secreto que esa renovación de año a año de Guardiola era una vía de escape por si las cosas no funcionaban con el que en ese momento se convirtió en el nuevo mandatario; al final acabó pasando eso y las desavenencias fueron tales que el técnico se cansó y pidió a Rosell que no lo molestara más. No obstante, en una entrevista para ‘ESPN’, Guardiola reveló que el deterioro de su relación con varios de los futbolistas de la plantilla azulgrana también contribuyó a que acabara abandonando al equipo y se tomara un año sabático. Pese a que fue una época repleta de triunfos y títulos, hasta convertirse en la más exitosa de la historia del club; esto quedó a un lado por algunas diferencias con sus jugadores y al trato que se tenían.
1Unas relaciones más cercanas con unos que otros
Ciertamente las relaciones en los grupos grandes no son fáciles y eso lo entendió Guardiola desde el primer instante en el que se convirtió en entrenador; pero no cabe duda de que todo fluye de forma más sencilla con algunas personas que con otras, aunque con todos se trate de llevar una relación respetuosa y cordial. No hay que ser genios para ver como con jugadores como Lionel Messi, Andrés Iniesta o Xavi Hernández, el de Sampedor se llevó bien; incluso ahora se puede comprobar al ver que estuvo dispuesto a fichar a Messi en verano cuando este lanzó el burofax y transmitió sus ganas de irse. La cosa es que con todos no es igual y eso queda claro en sus declaraciones.
El catalán comentó que su forma de ser lo acercó más a unos que a otros y al final eso terminó dificultando su proceso para dirigir al equipo, pues las diferentes maneras de pensar hicieron que las cosas decayeran a pesar de tantos trofeos obtenidos bajo su mando. «En el Barcelona tuve relaciones mucho más cercanas con unos jugadores que con otros porque hay muchos jugadores que piensan en el bien común, y me siento mucho más cerca de este tipo de jugador que de los que solo piensan ‘yo, yo, yo’. Estos, cuando tenemos que usarlos, los usamos, y cuando no los tenemos que usar, no los usamos», expresó Guardola. Con eso dejó más que claro que esa forma práctica y la lejanía que tenía con algunos acabó por desgastar todo.