El trabajo del portero en un encuentro de fútbol es uno de los más complicados. Un mínimo error y tu equipo pasa a perder el partido. Tienes que tener el control de los tres postes, de tus defensores y también de los atacantes que harán lo imposible para que no puedas cumplir tu objetivo. Ahora bien, ¿Qué hacemos cuando el viento también quiere que tu tarde sea un desastre?