La listeriosis es una infección que se produce cuando ingieres alimentos que han sido contaminados por la Listeria monocytogenes, la cual es una bacteria que encuentra presente en animales, tanto domésticos como salvajes. Además, esta bacteria puede habitar en el suelo o el agua, así como otros productos derivados de la leche.
Causas de la listeriosis
Por lo general, el proceso de la Listeria monocytogenes suele generar una enfermedad gastrointestinal. En determinados casos esta infección puede producir una infección en la sangre o septicemia. Además también se puede generar una meningitis bacteriana, la cual consiste en la inflamación de las membranas que recubren el cerebro. Esta bacteria también puede afectar a los animales, llegándoles a causar abortos espontáneos o partos de mortinatos, en el caso de los animales domésticos.
En cuanto a los adultos, la listeriosis puede afectar a los adultos de diferentes maneras, según el órgano afectado o el sistema de órganos infectados:
- Neumonía.
- Septicemia.
- Endocarditis.
En los casos más leves, la infección puede causar:
- Erupciones en la piel.
- Gastroenteritis.
- Abscesos o acumulación de pus, lo cual suele causar inflamación y enrojecimiento en los alrededores.
En algunos casos suelen existir algunos factores de riesgo, como lo pueden ser:
- Las personas mayores.
- Paciente con sistema inmunológico debilitado, especialmente los pacientes oncológicos o con VIH positivo, entre otros casos más.
- Durante el embarazo.
- Los fetos en desarrollo y los recién nacidos.
Síntomas de la listeriosis
Generalmente, los síntomas y señales de la listeriosis comienzan a manifestarse algunos días después de la infección por alimentos contaminados. Aunque existe la posibilidad de que estos aparezcan hasta 2 meses después del contagio. Por lo general para poder diagnosticar la listeriosis, es posible que un profesional pueda extraerte una muestra de sangre para analizarla y realizarle algunos exámenes.
En cuanto a los bebés, los síntomas de la infección se pueden comenzar a manifestar durante sus primeros meses de vida. Estos suelen ser los siguientes:
- Fatiga, cansancio, falta de energía o letargo.
- Falta de apetito.
- Dificultad para poder respirar.
- Náuseas y vómitos.
- Sarpullido y enrojecimiento en la piel.
En el caso de las mujeres embarazadas, los síntomas de la listeriosis suelen manifestarse a partir del tercer trimestre, además se suelen confundir con un cuadro viral por lo cual no se diagnostica. En los síntomas están:
- Suele aparecer como una leve enfermedad con fiebre baja.
- Dolores en las articulaciones y musculares.
- Jaquecas y migrañas.
- Náuseas y vómitos.
- Fiebres o escalofríos.
- Convulsiones.
- Rigidez en el cuello
- Diarrea.
- Problemas de equilibrio o confusión.
Prevenir la listeriosis
Algunos expertos recomiendan lavarse adecuadamente las manos, especialmente luego de tener contacto con los animales. También los alimentos deben cocinarse adecuadamente, a altas temperaturas (superior a los 70°C) o que los líquidos como la leche o el agua alcancen su punto de ebullición.
Por otra parte, existen algunas personas que son más propensas a contagiarse, como los ancianos, gestantes y los pacientes con el sistema inmune debilitado. En estos casos se debe evitar la ingesta de queso blanco y de alimentos refrigerados, como los mariscos, las verduras congeladas sin cocer, los pescados o la leche cruda. Aunque se pueden ingerir sin problemas solo si estos han sido cocidos a una temperatura de 70°C o mayor, o cuando alcancen su punto de ebullición.
Diagnostico y tratamientos de la listeriosis
Para detectar esta infección se pueden realizar exámenes de laboratorio, así se podrá detectar la bacteria en la sangre, las heces, la orina o el líquido amniótico. En el menor de los casos es cuando la enfermedad afecta el aparato gastrointestinal, aunque las infecciones que se extienden hasta el cerebro o la médula no tienen buenos resultados.
Una vez que la infección ha sido detectada, lo habitual es que el médico te recete algunos antibióticos. Además, es mejor cuando la infección es tratada de manera precoz, evitando así su desarrollo.
La listeriosis y el embarazo
Si bien la listeriosis puede afectar a prácticamente cualquier persona, pues se trata de una infección alimentaria. Esta puede llegar a ser más propensas durante el embarazo, en los bebés o en aquellas personas con un sistema inmunológico debilitado, además de las personas con más de 65 años.
Por otra parte, durante el embarazo la listeriosis puede ser transmitida al feto. Además puede causar un aborto espontáneo o muertes fetales, por lo cual se estima que el riesgo durante el embarazo aumenta a un 24%.
Cuando el feto ha sido infectado, la listeriosis puede incrementar la probabilidad de generar un aborto durante el tercer trimestre. Pero a medida que el tercer trimestre se acera, la madre corre un riesgo mayor. Esta infección también puede provocar partos prematuros, el nacimiento de bebés con bajo peso o incluso muertos.