Jordi Sánchez: «Me parece horrible que estén todos sin la mascarilla como si no pasara nada»

El popular actor y dramaturgo Jordi Sánchez entiende que vivir en un escenario de pandemia «es muy complicado», pero asegura que le parece «horrible que estén todos sin la mascarilla como si no pasara nada, que se mezclen las burbujas con esta facilidad».

Así lo indica Jordi Sánchez (Barcelona, 1964), con motivo de la reciente publicación de su último libro, ‘Nadie es normal’, en el que reúne historias cotidianas, reflexiones vitales y anécdotas sobre su profesión en más de cuarenta relatos.

El intérprete barcelonés recibió el alta hospitalaria el pasado 17 de marzo tras un mes y medio ingresado en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid) por Covid-19, y pasar 24 días entubado y con un coma inducido durante su ingreso.

El actor, que ahora ve las imágenes de fiestas ilegales y aglomeraciones de personas en espacios públicos, cree que la gente piensa que no le va a tocar y que los jóvenes tienen «ganas de salir. «Yo entiendo que tendrían que estar jugando al fútbol sin la mascarilla y haciendo sus fiestas sin una mascarilla, pero es que hay una pandemia. Lo tenemos que asumir todos», sostiene el escritor.

Según argumenta Sánchez, «este joven que está ahí luego a ver a su abuela y se lo pega, y su abuela se muere. «O se muere o se pone fatal», advierte el actor, que zanja: «Es muy difícil, pero es que hay que hacerlo. Yo he sido muy responsable con eso y aún así me ha tocado».

Preguntado sobre cómo le ha cambiado la vida la pandemia del nuevo coronavirus, Jordi Sánchez destaca su paso por el hospital. «Me han ingresado, me han dejado en coma inducido durante veinte y pico días con una sonda por la nariz. No he comido en un mes. Y luego cuando salí me daban papillas. Desde que estoy en la calle, me como las paredes. Tengo un hambre».

«FUE TERRIBLE»

El actor se refiere al coma inducido en el que estuvo como un «horror». «Es una alucinación. Te levantas confundido. No sabes lo que ha pasado lo que no. En mi caso fue horrible porque creí que había muerto un hijo», afirma, para después añadir que «fue terrible porque hasta el segundo día» no preguntó por él ante su estado de confusión.

Por otro lado, Jordi Sánchez hace hincapié en lo que ha pasado su familia. «Mis hijos, mi pareja, mi madre, mis hermanos… un rollo», sostiene al tiempo que el Covid-19 le ha cambiado porque ahora se toma las cosas «con más calma». «Ahora que estoy en casa y pienso estar en casa todo el verano, si no haces veinte y haces dieciocho, pues tampoco pasa nada», subraya.

En este sentido, recuerda que él estaba «bien», haciendo la serie ‘Señor, dame paciencia’, basada en la película homónima, cuando contrajo la enfermedad a pesar de los protocolos de prevención que se aplicaban. «Mira que nos miraban con lupa día sí, día no. Que su el palo en la nariz… pero los actores hay un momento en que te tienes que quitar la mascarilla y que te puedes contagiar», comenta el actor, que asegura ser «de los que hace caso a las normas».

Asimismo, Sánchez asegura que le parece «absurdo» el tema de los negacionista de la Covid-19. «No entiendo qué es exactamente lo que niegan. Yo me he cuidado, pero mira, me ha tocado», relata el coprotagonista de ‘Bajo el mismo techo’, junto a Silvia Abril.

Diplomado en enfermería, el actor destaca que las condiciones en las que este colectivo de sanitarios lucha contra la Covid-19 son «muy difíciles», con unos sueldos «muy normalitos» y la mayoría de ellos «han pasado la enfermedad». «Por responsabilidad, muchos han vuelto a trabajar antes de lo debido», relata Jordi Sánchez, que pone de relieve que los profesionales de enfermería «se han dejado la piel» y que «son héroes a su pesar».

Aunque ha publicado casi una docena de obras de teatro desde que iniciara su carrera de actor, Jordi Sánchez publica ahora su segunda obra narrativa, ‘Nadie es normal’. «Es un libro que tiene 42 o 43 relatos, algunos de cinco páginas y otras de cinco líneas, en donde cuenta historias, algunas muy cercanas a mí, otras más o menos y otras que no tiene nada que ver conmigo», adelanta.

«OBSESIÓN» POR SER COMO LOS DEMÁS

En relación con el título de la obra, el escritor señala que ante la «obsesión» general de «ser todos como el vecino», el tema de la obra es poner el valor la diversidad y las diferencias.

«Yo me acuerdo de niño que había una chica en mi clase que me decía: ‘Yo cuando sea mayor quiero vivir en este barrio, quiero ser maestra, tener dos hijos’. Y yo no quería tener nada de eso y como que me obsesioné con el hecho de ser un poco como los demás», explica Sánchez, que agrega que «con el tiempo» se descubre que «cada uno es hijo de su padre y de su madre» y que la «diversidad es lo mejor que hay».

La obra también habla, según detallado su autor, de esa «preocupación» de los padres de «dejar a los hijos colocados». «Yo estudié enfermería y trabajé como enfermero porque en mi casa estaban asustados cuando les dije que quería ser actor», apostilla.

El actor, que se ha criado «bastante en la calle» de un barrio «humilde» de Barcelona, confiesa que crear personajes es lo que más le gusta en el mundo, «casi más que inventar historias». Además, espera que este libro «súper ágil» sorprenda al público. «Si un relato te deja indiferente, te puede gustar el siguiente», agrega.

‘Nadie es normal’, que además es el nombre de uno de los relatos, habla de hijos, de padres, de representantes, del mundo del teatro. Sánchez destaca la historia de dos asesinos preocupados porque uno de sus hijos quiere dedicarse a un oficio que no le gusta al padre.

Los lectores podrán encontrar al conocido Antonio Recio, el personaje que interpreta Sánchez en la serie ‘La que se avecina’. «Hay un corto de cosas surrealistas que me han pasado a mi desde que hago este personaje. Lo que te dice la gente por la calle cuando te la encuentras», afirma, para después recordar, una vez, un taxista «se obsesionó» con llevarle a un burdel y otro tuvo un accidente por darse la vuelta para hablar con él mientras conducía el coche.

Dramaturgo, actor y guionista, Jordi Sánchez es popular por interpretar papeles televisivos como Antonio Recio en ‘La que se avecina’ y Josep López en ‘Plats bruts’. Además es el autor de las obras teatrales ‘Krámpack’ (Premio MAX 2003), ‘Mareig’, ‘Fum fum fum’, ‘Soy fea’, ‘Excusas’, ‘Hoy no cenamos’, ‘Asesinos todos’, ‘Mitad y mitad’ y ‘El eunuco’.