La torrija es una de las delicias más famosas de España, no solo por su sabor y textura sino también por lo fáciles de hacer que son. Sin embargo, toda receta tiene sus puntos fuertes que hay que tener en cuenta para que el resultado sea lo mejor posible. La torrija es un postre de origen humilde ya que su preparación se hace con ingredientes fáciles de adquirir. Se suelen hacer por estas fechas de Semana Santa aunque no siempre ha sido así.
6Lo tercero que debemos tener en cuenta es el rebozado y la fritura
Una vez que las torrijas hayan chupado toda la leche, lo que se debe hacer es batir un huevo y pasar el pan vuelta y vuelta hasta que veamos que ha quedado bien cubierto. Después, hay que freírlas. Lo mejor es utilizar un aceite de oliva aunque hay sitios donde utilizan aceite de girasol. Calentamos el aceite a 170 grados y cuando comience a chisporrotear es cuando podemos ir colocando las torrijas.
Es importante que el fuego se mantenga en media potencia y que demos la vuelta al pan para que se frían por las dos partes. La verdad es que se fríen rápidas por lo que con dejar que se frían dos minutos por cada lado ya es suficiente. Lo que sí hay que tener en cuenta es que es mejor echarlas de dos en dos para que el aceite no se enfríe.