En la actualidad, nadie duda de las cualidades de Novak Djokovic. Tanto es así que el mismo jugador serbio ha justificado su supremacía en el deporte blanco al ostentar actualmente el número 1 en el ranking de la ATP además de haber roto el récord de Roger Federer y convertirse en el tenista que más semanas ha estado en ese puesto tan privilegiado, tras superar las 310 semanas que había acumulado el suizo. La verdad es que el balcánico acumula muchos registros para luchar frente a frente tanto con Federer y Nadal para convertirse en el mejor de la historia.
Aunque ni el helvético ni el español han expresado nunca que quieren alcanzar ese título del mejor de todos los tiempos, eso es un hecho más que obvio y Djokovic si que ha declarado que ese es su objetivo; al punto de que ya tiene un plan para eso. Con la vista puesta en esa meta, el serbio tiene la calidad y el talento para luchar por eso; sin embargo, no todo ha sido tan positivo en su carrera, pues las polémicas y otros escándalos lo han perseguido. Sus enfados en cancha, alguna que otra declaración fuera de lugar o el hecho de que algunas veces alegue tener lesiones, siga jugando y además haga un partidazo, lo cual confunde y molesta a otros tenistas; todas esas son cosas menores comparadas con algunos casos en los que Djokovic ha sido noticia por cosas algo alejadas del tenis.
2Un torneo para el olvido
La pandemia del coronavirus conmocionó al mundo entero en el 2020. Desde el mes de marzo de ese año, incluso en algunos países todo inició en febrero, el mundo entero quedó en un confinamiento total; el planeta se paralizó en todos los sentidos y las cosas no pintaban nada bien para el deporte en general. Torneos o campeonatos quedaban suspendidos y eventos de gran magnitud, como los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 o la Eurocopa 2020, tuvieron que postergarse; algunos no se lo tomaron con la seriedad que el caso requería y en ese grupo estuvo metido Novak Djokovic.
Al serbio no se le ocurrió hacer nada mejor que hacer, cuando la pandemia estaba en su punto más álgido y con las muertes arreciando en Europa, que organizar un torneo benéfico que estaría abierto a todo el público: el Adria Tour. Sin medidas de seguridad sanitaria, sin distanciamiento social en el público y con el apoyo de tenista importantes como Thiem, Zverev o Dmitrov se llevó a cabo este despropósito de evento. La imprudencia reinó en todo momento y ese torneo para «unir y alegar al público» no fue más que un nido para contagiar a todos.
Esa tendencia de que creerse superiores que los demás quedó escenificada con partidos de fútbol de baloncesto y hasta una fiesta multitudinaria en la que no hubo distanciamiento ni ninguna medida y hasta se vio bailar a Djokovic sin camisa. En los partidos, además, se les veía celebrar abrazándose y hasta tomándose fotos con el público. El resultado fue un montón de contagios, incluidos el propio Djokovic y su esposa, y un bochorno total para el tenis.