Dos nutridos grupos de turistas haciéndose fotos en la Acrópolis de Atenas, un expositor de postales en medio de una montaña nevada o unas gaviotas comiéndose los restos de una bandeja de patatas fritas. «El mundo es un lugar divertido», afirma Martin Parr, el fotógrafo británico que llegó a dirigir la prestigiosa agencia Magnum retratando la cotidianeidad y el turismo masivo, y cuyas obras se exponen hasta el mes de junio en el Centre del Carme de Valencia.
A lo largo de tres salas, ‘Parrathon’ retrata con humor y sátira un mundo que actualmente no existe: las fotos, tomadas desde los 70 hasta 2019, abarcan desde parejas aburridas, el mal tiempo en Irlanda, postales de Benidorm a 225 pesetas o los rituales de la alta sociedad británica. «Creo que el humor tiene que ser parte de la fotografía porque retratas el mundo real, que es un lugar divertido», explica Parr en una entrevista concedida a Europa Press.
Para el fotógrafo, «no hay mejor materia que la gente real», la que protagoniza sus trabajos desde la década de los 70. No obstante, 2020 y 2021 hubieran hecho imposible crear esta exposición: «Mis fotos están basadas en eventos, con personas bailando, en la costa, son fotos donde hay mucha gente, y esto ya no ocurre».
De hecho, él mismo reconoce que no ha estado haciendo tantas fotos los últimos meses: «Primero, me estoy haciendo mayor, tengo que cuidar de mí mismo y solo recibí la vacuna hace dos meses». Luego, «nadie está fuera», ni los eventos están teniendo lugar ahora. Esto hace que sea «básicamente imposible» recrear ‘Parrathon’ actualmente: «Podríamos tener una exhibición de una sala, pero no de la escala que tiene» la muestra, que abarca una de las salas más amplias del centro expositivo.
¿Podrá volver a sacar este tipo de fotos en un futuro? «Espero que sí», ha dicho, con la esperanza de que en junio terminen las restricciones en Reino Unido «asumiendo que la vacunación continúe». Su primer viaje lo tiene planeado: espera ir en mayo a Escocia y prevé salir de su país en septiembre, para ir a un festival en Grecia.
«Habría ido a Valencia a inaugurar la exposición, pero no ha sido posible» por las restricciones. También ha señalado que le gustaría volver a España, donde ha realizado varias series, e incluso sacó un libro con imágenes de Benidorm en 1999: «Daría para hacer una sala entera».
INSTAGRAM «LO HA ABIERTO TODO»
La fotografía de Parr se caracteriza por la alta saturación de color y el retrato de objetos cotidianos y excesos del consumismo y el turismo de masas, algo que intenta trasladar a través de la Martin Parr Foundation con herramientas como su perfil de Instagram, de la que se muestra «muy a favor». «Lo que es genial de Instagram es que cualquiera puede sacar fotos de cualquier cosa y encontrará muchos seguidores de cualquier parte».
Esta red social ha «democratizado la fotografía de manera particular» ya que «lo ha abierto todo», considera el que fuera presidente de la Agencia Magnum entre 2013 y 2017. Es el otro lado, una entidad «muy de élite» en la que el estándar de fotografía «está muy alto», algo por lo que se les ha criticado.
Según ha destacado, este negocio atraviesa «un tiempo complicado»: «La mayoría de agencias solían vender trabajos a revistas, que básicamente ya no tienen presupuesto». Así, aunque todavía trabajan con revistas y libros, también se dedican a otras actividades, como la venta directa a través de la Square Print Sale, que celebran este domingo.
Y es que las agencias tienen que «cambiar para sobrevivir, pero algunas no han podido», ha explicado el creador. Preguntado por el papel del intrusismo en esta situación, ha señalado: «Tenemos que recordar que necesitamos malos libros, malas fotografías y buenos libros y buenas fotografías para entender la diferencia entre ellas».
También están los «imitadores», aunque Parr afirma sentirse «halagado cuando ve gente influida por su lenguaje y sus trabajos». «Los buenos fotógrafos roban las ideas de otros y las transforman en sus propias creaciones. Yo he hecho eso con mi propio trabajo, así que espero que la gente lo haga conmigo también».
«ES MUY DIFÍCIL CONSEGUIR ALGO EXCEPCIONAL»
Cuando se le pide un consejo para los nuevos fotógrafos, razona: «El estándar está muy alto y hay muchos. No es fácil. La mayoría de los fotógrafos son muy perezosos, ese es el principal problema, y creen que tienen algo antes de conseguirlo».
Para Parr, «es muy fácil conseguir algo que se vea bien, pero es muy difícil conseguir algo excepcional». «Para ello tienes que invertir mucho tiempo, paciencia y dedicación a tu trabajo, y la mayoría de la gente no lo hace».
Si bien es cierto que mucha gente no cobra por su trabajo, considera Parr que «no te metes en fotografía para ganar un montón dinero». «Algunos sí, porque trabajan mucho durante un número de años», ha agregado.
«Tienes que encontrar tu propia visión, y esto es algo que tarda un tiempo en desarrollarse. Lo haces cuando te implicas de cerca en la materia y en tu relación con ella. Con suerte, el estilo y la visión vendrán detrás, pero mucha gente no llega a establecer su propia visión, es algo muy difícil de hacer», concluye.