Luis Enrique Martínez García, mejor conocido por todos en el mundo del balompié como Luis Enrique Martínez o en algunos casos simplemente llamado por la prensa del país de piel de toro como Luis Enrique, entrenador de la Selección Española, sabe extremadamente bien que su equipo no dio las mejores sensaciones durante el desarrollo del compromiso válido por el arranque de las eliminatorias correspondientes a la clasificación a la Copa Mundial de la FIFA Qatar de 2022 ante su similar de Grecia en el Nuevo Estadio de Los Cármenes, donde igualó a un tanto gracias al gol del delantero centro estrella de la Juventus de Turín de la Serie A de Italia, Álvaro Morata, mayormente identificado por todos los fanáticos de ‘La Vecchia Signora’ como Morata, quien terminó siendo el jugador menos desastroso de la noche y se convirtió en el jugador que logró salvarles de las burlas y cuestionamientos por parte de los medios de comunicación de todo el planeta y de los hinchas de ‘La Roja’, quienes estarían exigiendo otra época hegemónica y brillante como la que marcó Vicente del Bosque, en la que se conquistó una Eurocopa y se logró vencer a los Países Bajos en la tan reñida final que se disputó en Soccer City, llamado por motivos publicitarios FNB Stadium, donde el centrocampista histórico del Fútbol Club Barcelona, Andrés Iniesta, terminó pasando a la inmortalidad con ese increíble esfuerzo que hizo por recibir el pase apresurado de Cesc Fábregas, el cual mandó a guardar al fondo de las redes con una poderosa volea que terminó paralizando a todo el mundo y haciendo explotar a toda España.
«No me gusta el resultado, no hemos estado inspirados. Sí me ha gustado la actitud y el ritmo, pero no hemos estado frescos y no hemos generado las ocasiones esperadas para poder ganar. Es la sensación de que costaba hacer peligro, para hacerlo a través de la posesión necesitábamos esto. No hemos generado lo necesario, muchas imprecisiones. Cuando un rival defiende bien y con contundencia y seguridad, o estás fino o te pasa esto, que estás con ese resultado. El equipo seguía haciendo lo mismo, ir a por el siguiente gol. Esta es la fase más complicada del fútbol, seguiremos insistiendo porque esto no cambia para nada y cada partido tiene su dificultad. El resultado no lo esperábamos. Hemos merecido otro resultado, aunque no hemos tenido la finura necesaria ni hemos generado ocasiones, la realización de presión nivel alto. Fase finalización nos ha faltado finura y frescura. Ese es mi trabajo, mejorar eso. Cuando tenemos el balón en campo contrario, era nuestro deber haber generado más ocasiones. He visto a mi equipo en un nivel físico muy alto. En presión tras pérdida uno de los mejores partidos. Circulación de balón, ocupación de espacios, presión hemos estado bien. Nos ha faltado finura en el último tercio del campo. Catalogar el empate como queráis. No lo esperábamos este resultado. Esperábamos que acabara 1-0. El equipo ha estado muy bien en cuanto a actitud. Los números indican que hemos dominado el partido. Frescura y fin», dijo Luis Enrique Martínez García, mayormente identificado por toda la comunidad del balompié mundial como Luis Enrique Martínez o simplemente como Luis Enrique, entrenador de la Selección Española, después del amargo empate 1-1 ante Grecia.
3Luis Enrique Martínez y otro aspecto a mejorar: enseñar a los jóvenes cómo sobreponerse a la adversidad
Luis Enrique Martínez García, mayormente identificado por todos los amantes de esta disciplina tan practicada en diversas partes del globo terráqueo como Luis Enrique Martínez o en algunos casos simplemente como Luis Enrique, entrenador de la Selección Española, luego del triste y patético empate a un gol ante el combinado nacional de Grecia en el Nuevo Estadio de Los Cármenes, en compromiso correspondiente al inicio de las eliminatorias camino a la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022, comprendió que uno de los cambios que debe hacer para que el equipo patrio logre triunfar es enseñarle a los jugadores jóvenes cómo sobreponerse ante la adversidad y rivales que les tengan bien referenciados, tal y como sucedió con Pedri, la estrella del Fútbol Club Barcelona, quien fue apretado en reiteradas oportunidades por sus rivales.