La presidenta del Govern balear, Francina Armengol y la Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, han fijado este sábado una hoja de ruta para abordar las problemáticas de las camareras de piso en Baleares.
La presidenta Armengol y la ministra Yolanda Díaz, acompañadas por el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, han mantenido este sábado una reunión con los representantes de CCOO y de UGT de hostelería, y con diversas trabajadoras representantes de las camareras de piso en Mallorca.
El objetivo de la reunión ha sido abordar la problemática que afecta a este colectivo, y establecer una hoja de ruta que permita mejorar sus condiciones de trabajo.
En concreto, la reunión, que ha tenido lugar en Calvià (Mallorca), ha servido para poner de manifiesto cuáles son los aspectos que más afectan a la seguridad y salud de las camareras de piso, colectivo que en Baleares ronda las 11.500 profesionales.
Asimismo, el encuentro ha significado para la ministra y las demás autoridades una toma de contacto directa con trabajadoras del sector, y un punto de partida para recoger de primera mano las preocupaciones y los problemas que más acucian al colectivo.
Durante el encuentro, la ministra de Trabajo y Economía Social ha reconocido que la situación de las camareras de piso «siempre ha sido una prioridad en el Ministerio» porque es «una de las formas más expuestas de precariedad en España» que durante «mucho tiempo fue invisible.
«Esta es una de las plasmaciones del modelo de precariedad al que dieron lugar los cambios legislativos que impulsó el PP, que se van a revertir con las reformas que se enviaron a Bruselas, en las que se contempla abordar en el marco del diálogo social en España la precariedad y la subcontratación», ha destacado.
Tanto la ministra de Trabajo como la presidenta del Govern han reiterado que ambas administraciones trabajan «estrechamente» en hallar soluciones a diferentes problemas que padecen las camareras de piso.
En este sentido, Armengol ha puesto como ejemplo de colaboración entre instituciones el papel que jugó el Govern en el reconocimiento de las enfermedades profesionales de las extremidades superiores de las camareras de piso, en 2018.
Asimismo, la presidenta ha recordado que, fruto de este trabajo, en los últimos años, también se ha logrado que el convenio colectivo del sector de la hostelería haya desterrado prácticamente la externalización de la actividad de las camareras de piso –con lo que ha supuesto un freno a la precarización de la actividad–.
«Sin embargo», ha afirmado la presidenta, «todavía queda trabajo por hacer para evitar que un puesto de trabajo pueda convertirse en un riesgo para la saluda de las personas trabajadoras».
Así, con el objetivo de seguir profundizando en la búsqueda de soluciones, el Govern ha trasladado un documento de trabajo a la ministra Díaz, elaborado por el Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral (Ibassal).
Este documento, ha explicado el Govern, realiza una radiografía de las camareras de piso en Baleares, con sus principales problemas, que la mayoría de veces mantienen relación con trastornos músculo esqueléticos, agravados por otros factores como la organización del trabajo y factores relacionados con el ámbito extralaboral, entre otros.
SINIESTRALIDAD LABORAL
Al respecto, el ejecutivo autonómico ha señalado que las camareras de piso representan uno de los colectivos con más exposición a la siniestralidad laboral y a enfermedades profesionales derivadas de su actividad a lo largo de su vida laboral.
En concreto, en el año 2019 se produjeron 27.278 accidentes de trabajo, de los cuales 7.140 (26,2%) correspondieron al sector de la hostelería, y sobre estos, más de la mitad (51,4%) fueron padecidos por mujeres. El colectivo de camareras de piso abarcó el 27,2% de esa siniestralidad en el sector.
Atendiendo a la tipología de los accidentes laborales, dos fueron los grupos que destacaron. Por un lado, los aplastamientos sobre o contra un objeto inmóvil –1.653 casos, de los que un total de 982 fueron mujeres– y los sobreesfuerzos físicos –1.701 casos, de los que 933 fueron mujeres–. Las principales lesiones por accidentes derivados de sobreesfuerzos afectaron en mayor medida a la espalda, columna, y extremidades superiores.
Otro aspecto relevante que marcó la siniestralidad laboral en las Islas fue la temporalidad de la actividad económica, ya que el 51,2% de los accidentados tuvo una antigüedad en la empresa de hasta 3 meses.
Finalmente, el trabajo de campo desarrollado por el Ibassal entre 2015 y 2020 ha constatado que las metodologías de evaluación de riesgos de los hoteles no contemplan en muchas ocasiones aspectos como fuerzas y biomecánicas, repetitividad de movimientos, fatigas, cargas posturales, ambiente térmico o la organización de la carga y el tiempo de trabajo, todos aspectos que inciden en el desempeño del trabajo de las camareras de piso.
También se ha constatado en este estudio una carencia de formación específica y práctica adecuada al puesto de trabajo y que la falta de formación alcanza a la gestión de personas por parte de mandos intermedios, lo que repercute en determinados riesgos psicosociales.