Históricamente, la población española ha sido reticente a invertir sus ahorros, ya sea por la desconfianza o por la falta de conocimientos financieros generales. Aún quedan recuerdos de esa tendencia popular, y no tan lejana, a acumular ahorros “en el colchón”, en el sentido más literal.
Hoy en día, el “colchón” sería nuestra cuenta corriente, en la que descansa nuestro dinero, sin más. Pero, ¿cuál es el principal problema de esto? Cada año que pasa, nuestro dinero se devalúa, y si no ponemos nuestros ahorros a trabajar, estaremos perdiendo dinero constantemente debido a la inflación, que provoca que nuestro poder adquisitivo disminuya.
Para ver esto de una forma más clara, los 10.000€ que teníamos hace 20 años en el banco, hoy tienen un valor de 6.600€, ya que el coste de la vida ha subido casi un 35%. Hace 20 años, con esos 10.000€ podías hacer y comprar muchas más cosas que hoy en día, de ahí la pérdida.
Por eso, es fundamental empezar a rentabilizar tu dinero cuanto antes, como mínimo, para cubrir el efecto que la inflación tiene sobre éste en el medio y largo plazo. Gracias a la tecnología, la información disponible y las diferentes plataformas de inversión al alcance de cualquiera, es cada vez más fácil empezar a rentabilizar nuestros ahorros. Cuanto antes, mejor, pero más vale tarde que nunca.
Perfiles de ahorrador
Hay diferentes perfiles de ahorradores, dependiendo fundamentalmente del conocimiento financiero del que se disponga y de la predisposición al ahorro.
El ahorrador convencido
Este grupo está formado por aquellas personas que tienen presente la importancia del ahorro y la constancia a la hora de hacerlo. Saben que el tiempo apremia y que, cuanto antes empiecen, más pueden hacer crecer su dinero.
Hay diferentes métodos de ahorrar, dependiendo de la liquidez y el riesgo, por lo que hay que tener siempre presente la importancia de la diversificación a la hora de invertir nuestros ahorros.
El ahorrador esporádico
Se trata de personas que, aún conociendo la importancia del ahorro para nuestra estabilidad financiera, no siguen un patrón regular de ahorro. Muchas veces porque no llevan sus finanzas al día y gastan más de lo esperado, otras veces por falta de compromiso. Pero siguen sin tener en cuenta la repercusión que esto puede llegar a tener en su futuro.
Ahorrar de forma regular nos ayuda, además, a crear patrones de consumo saludables, para los que la planificación financiera es clave.
El ahorrador desinformado
Este perfil reúne a aquellas personas que desconocen la importancia de ahorrar y mucho menos de invertir. Aunque este grupo ha ido disminuyendo con el paso de los años, sigue siendo una cifra preocupante.
La concienciación con respecto al ahorro es un tema fundamental para conseguir la ansiada estabilidad financiera. Además, el poner a trabajar nuestros ahorros es indispensable para luchar contra los efectos negativos de la inflación, además de suponer la alternativa idónea para obtener cierta rentabilidad extra. Y no hace falta ser corredor de bolsa para ello, ya que hay multitud de productos financieros en el mercado que se pueden adaptar al perfil y las necesidades de cada uno.