Se le conoce como ultrabook a un tipo de ordenador portátil, el cual se caracteriza por ser súper ligero y además delgado, lo cual lo diferencia de sus antecesores los netbooks, así como los subportátiles. El nombre de ultrabook fue registrado por Intel durante el 2011, siendo esta una iniciativa para poder crear una competencia contra la MacBook Air de Apple.
A pesar de esto, este nombre ha pasado a ser de uso común, con el cual se hace referencia a los ordenadores de este tipo, aunque estos pueden albergar algunos procesadores y chipsets de otros fabricantes.
Requisitos de un ultrabook
Intel propuso una serie de características generales que los fabricantes debían cumplir para el desarrollo de esta portátil, pero además de esto repartió 300 millones de dólares entre todos los fabricantes que estuvieran dispuestos a desarrollar un ultrabook, como un modo de subvención, pues según Intel estos eran incapaces de crear este dispositivo por su propia cuenta.
Entre los requisitos que estableció Intel se encuentran los siguientes:
- Pantalla táctil.
- Carcasas metálicas para obtener una mejor distribución del calor.
- Conectividad Wi-Fi.
- Almacenamiento en SSD o en su defecto un disco duro híbrido.
- USB 3.0
- Larga duración de batería en uso (5 horas) y también largos tiempos en espera (9 horas).
- Procesador de ultra-baja tensión de Intel.
- Precios iniciales por debajo de los 1000 euros o dólares.
- Grosor no superior a los 21mm para los modelos más grandes y 18mm para los modelos más pequeños.
- Encendido instantáneo, como el de una tableta por el Intel Rapid Start.
Cronograma de Intel para el ultrabook
Intel planeaba una estrategia que estaba dividida en tres diferentes fases, en las cuales tendría como protagonista a la familia de procesadores de ese momento.
- La primera fase: En esta el ultrabook encajaba con la descripción básica dada por Intel, además utilizaban procesadores basados en Sandy Bridge, la segunda generación del Intel Core i.
- La segunda fase: En esta etapa se introdujeron los nuevos modelos basados en tecnología Core i, Ivy Bridge, lo cual reprodujo aún más su consumo. Se añadieron nuevas funcionalidades para la seguridad, como el seguimiento del equipo, además de otras mejoras en el GPU y el soporte para Open GL y DirectX. Pero además Intel planeó para la segunda generación de ultrabooks la tecnología Thunderbolt, así como un puerto a modo de acople. Esto les permitiría a los ultrabooks solucionar el problema de su delgado chasis, o sea, la falta de conectividad. Por otra parte, el puerto adicional sirvió para poder añadir por cable o base de acople, los puestos PCle, USB y SATA, además de transportar la señal DisplayPort.
- La Tercera fase: En esta etapa los ultrabooks contarían con un procesador con TDP (15 W) y NFC integrado. Así mismo la arquitectura Intel Haswell permitiría la integración del puente sur en el mismo empaquetado de la PCU.
Ultrabooks basados en tecnología AMD
Existen los ultrabooks que están basados en chipsets de AMD, o los también conocidos ultrathins, como una forma de evitar las represalias de Intel. Estos mismos están basados en la tecnología Fusión, mientras que los primeros modelos incorporaron la arquitectura Trinity.
Hasta ese momento AMD únicamente había ofrecido ordenadores ultraligeros durante el contexto de los netbooks, con APUs basadas en Brazos. Estos modelos de ultrabooks eran inferiores en cuanto a potencia y nivel de procesamiento con respecto a sus pares de Intel. Aunque a nivel de rendimiento gráfico lo superaban, especialmente con respecto a las aplicaciones 3D y los juegos. Además se mantuvieron para dar uno de energía y a rendimiento de batería.
Las críticas a los ultrabooks
La principal crítica con respecto a los ultrabooks, específicamente a la primera generación, consistía en que el su precio de lanzamiento no tuvo demasiado éxito. Los fabricantes argumentaron que no podían rebajar demasiado los costes a causa de que únicamente el hardware de Intel costaba un tercio de los costes de fabricación, teniendo en cuenta que el objetivo inicial era el de fabricar ordenadores por menos de 1000 dólares. Por esta razón es que en su momento le pidieron a Intel una rebaja del 50%, aunque la empresa solo accedió a un 20%, pues más rebaja significaría que al quedar por debajo del 60% de beneficio estratégico.
Algunos analistas de la industria previeron que si el coste para el consumidor no bajaba, los ultrabooks pasarían a ser parte de un mercado selecto, tal y como lo fue la MacBook Air.
Como resultado de estas opiniones del coste por parte de los fabricantes, Intel tuvo que crear un fondo inicial para poder ayudarles a nivel económico. A pesar de esto, los esfuerzos de las ventas de los ultrabooks no cumplieron en un principio los objetivos iniciales. A pesar de esto Intel continúo con las rebajas de precio con las siguientes generaciones de ultrabooks, esperando que llegase a un 40% del total de las ventas de ordenadores portátiles.