Se llama tifón a los ciclones tropicales maduros que se desarrollan, específicamente entre las longitudes 180° y 100°. A esta región del planeta se le conoce como la Cuenca del Pacífico noroccidental, y es el lugar más activo del planeta en cuanto a tifones se refiere. En esta zona se suelen formar un tercio de los ciclones tropicales anuales.
Dentro del Pacífico noroccidental no existen estaciones oficiales de los tifones, pues los ciclones tropicales se forman a lo largo del año. Son necesarios 6 requisitos para que se pueda formar y desarrollar un tifón:
- Temperaturas elevadas en la superficie del mar.
- Inestabilidad atmosférica.
- Alta humedad entre los niveles bajo y medio de la troposfera.
- Fuerza Coriolis para el desarrollo de un centro de presión bajo.
- Una zona de menor presión relativa o perturbación preexistente.
- Cortante de viento vertical bajo.
El Pacífico noroccidental suele presentar ciclones tropicales en mayor cantidad e intensidad a nivel mundial. Si bien en otras cuencas, estos son dirigidos por la cresta subtropical en dirección al oeste o noreste, con algunos sistemas es tos suelen desviarse hasta estar bastante cerca del este de Japón.
Algunos de los tifones más mortíferos de toda la historia han golpeado China, siendo particularmente la región sur de este país la más impactada por los tifones. A los largo de mil años se han registrado estas catástrofes, mientras que Taiwán ha sido el país en recibir al tifón más húmedo registrado hasta ahora en el Pacífico noroccidental.
Denominación de un tifón según el lugar
Puede que muchas personas no lo sepan, pero el tifón, el huracán y el ciclón son el mismo fenómeno, pues es un sistema tormentoso. Aunque, la denominación dependerá según el lugar en el cual se produzcan:
- Se denomina huracán cuando un sistema de tormentas se produce en el Atlántico norte, el Caribe o la región nororiental del Pacífico.
- El tifón es como se le llama a las tormentas que se desarrollan en la región noroccidental del Pacífico.
- Los ciclones se forman en la región suroriental del océano índico o el Pacífico suroeste, aunque también se les conoce como ciclones tropicales graves. Mientras que en la zona norte del océano Índico se les llama tormentas ciclónicas graves, mientras que en la región suroccidental del mismo océano son conocidos como ciclones tropicales.
Para poder entrar en alguna de estas clasificaciones, los vientos de una tormenta tienen que alcanzar una velocidad mínima de 119 kilómetros por hora. Si la velocidad de los vientos de un huracán supera los 179 kilómetros por hora, este se elevará a la categoría de huracán intenso. Mientras que si los vientos de un tifón alcanzan los 240 kilómetros por hora, este se convertirá entonces en un súpertifón.
Pero sin importar cómo se denominen, las tormentas monstruosas como estas son fenómenos naturales demasiado intensos que por lo general suelen causas grandes estragos cuando tocan tierra, como ya se ha visto en anteriores ocasiones a lo largo de la historia.
El Centro Nacional de Huracanes de la NOAA en los Estados Unidos, afirman que el diámetro medio del ojo de un huracán, o sea el centro de este donde la presión de la tormenta es más baja pero la temperatura más alta, puede llegar a extenderse unos 48 kilómetros en promedio, pero se han registrado algunas excepciones en los cuales esta región del la tormenta ha llegado a medir hasta 200 kilómetros de ancho.
Las tormentas más intensas son clasificadas en la categoría 5 de la escala Saffir-Simpson, en la cual se han registrado vientos sostenidos de hasta 250 kilómetros por hora, aunque se han registrado casos en los que se han alcanzado los 300 kilómetros por hora.
En la actualidad es mucho más sencillo poder predecir estas tormentas, todo gracias al avance de la tecnología, los satélites y los modelos por ordenador. Incluso se pueden prever y seguir estos fenómenos con varios días de anticipación.
Las tormentas y el calentamiento global
Durante los últimos años, los científicos han mantenido el debate sobre el calentamiento global antropogénico y su relación con la intensidad y la frecuencia de los huracanes que han aparecido. Según una teoría, el calentamiento global genera un incremento en la temperatura de la atmósfera terrestre, lo cual produce que la temperatura de la superficie del mar aumenten y por ende esto contribuye a la formación de huracanes mucho más fuertes.
Entre principio de los 70 y los 2000, el número de huracanes de categorías 4 y 5 se suplicó en todo el mundo. Por otra parte, el tiempo de duración de los ciclones tropicales, así como la velocidad máxima de sus vientos, han incrementado en un 50% durante las últimas 5 décadas.
Más a pesar de esto, no existen hasta ahora un consenso entre los científicos que vincule el cambio climático con la aparición de huracanes debido a la falta de pruebas.