Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén (UJA) ha comprobado que las hormigas son efectivas en el control de las dos principales plagas que sufre el olivar en Andalucía –la polilla y la mosca del olivo– y cómo un manejo extensivo en el cultivo, no eliminando la cubierta herbácea, facilita la presencia de estas colonias de insectos.
Con experimentos de campo en seis provincias andaluzas han creado el Índice de Potencial de Depredación, que establece la voracidad y probabilidad de ataque de las especies de hormigas hacia ambas plagas.
Según se indica en nota de prensa, es la primera vez que un estudio usa censos de hormigas y experimentos sobre el terreno a escala regional. «Trabajamos en Sevilla, Córdoba, Málaga, Granada Jaén y Cádiz, analizando cómo el tipo de paisaje y manejo agrícola afecta a estas comunidades y su potencial para controlar dos plagas del olivo», señala a la Fundación Descubre el investigador del grupo de Ecología y Conservación de la Vegetación Andaluza de la Universidad de Jaén, Carlos Martínez Núñez, autor del estudio ‘Ant community potential for pest control in olive groves: Management and landscape effects’, publicado en la revista Agriculture, Ecosystems and Environment.
Los científicos realizaron su trabajo en dos fases. En primer lugar, seleccionaron 40 olivares en toda Andalucía, 20 intensivos, en los que se remueve la cubierta herbácea; y la otra mitad extensivos, donde se conserva. Para los muestreos de abundancia, durante todo el año 2016, usaron trampas de caída. Después, con el fin de estudiar las tasas de ataque en olivares, los expertos utilizaron modelos de plastilina que imitan las larvas y orugas de las plagas.
El experimento se completó ofreciendo plagas vivas a diferentes especies de hormigas, para estudiar su grado de apetencia. Así, conocidos el efecto sobre la plaga y la abundancia de cada especie de hormiga, los científicos crearon el Índice de Potencial de Depredación del insecto en cada sitio, que informa sobre la presión de depredación que ejercen las comunidades de estos insectos sobre las plagas.
Los expertos de la Universidad de Jaén pasaron a la segunda fase, averiguando que el manejo ecológico maximiza la diversidad de hormigas en los olivares. «Además del cultivo extensivo de la cubierta herbácea, es necesaria cierta complejidad del paisaje para que este tipo de práctica muestre beneficios», afirma Carlos Martínez.
DAÑOS AL FRUTO
El grupo investigador realizó un trabajo similar sobre predación de plagas del olivar por aves, descubriendo que esta era muy escasa. Las hormigas, por el contrario, sí son efectivas, sobre todo Tapinoma nigerrimum, que es una especie muy abundante en los olivares andaluces y que, además, muestra una gran apetencia por ambas plagas. El investigador añade que la efectividad para la mosca del olivo no es la que desearían los agricultores, pues cuando la larva de esta plaga va al suelo, para ya pupar en otoño e invierno, las hormigas viven su época más inactiva.
Los expertos sitúan en un siguiente estudio el análisis de los daños que evitan las hormigas en las aceitunas. La duración del trabajo ha sido de dos años, financiado a través del Proyecto LIFE ‘Olivares vivos’, y el proyecto Agrabies, del Plan Nacional de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación.