Este miércoles Alejandra Rubio cumple 21 años. En un complicado momento para la familia Campos, y cumpliendo estrictamente con los protocolos anti-Covid, la colaboradora ha celebrado su día en la más absoluta intimidad con una tranquila cena.
Lejos de grandes celebraciones como la espectacular fiesta que Terelu montó para celebrar la mayoría de edad de su hija en una conocida discoteca madrileña, en esta ocasión Alejandra ha preferido una cena con la persona más importante de su vida, su madre, celebrando por adelantado y en la intimidad su cumpleaños.
Así, madre e hija compartieron mesa y mantel en un restaurante cercano al domicilio de ambas a las afueras de Madrid y, respetando escrupulosamente el toque de queda, poco después de las 22.00 daban por finalizada la velada de cumpleaños. Demostrando una vez más la especial relación que les une, Terelu y Alejandra salían del local con rostros serios. Y es que las demoledoras confesiones de Rocío Carrasco en su serie documental han afectado profundamente a las Campos, que son como una familia para la hija de Rocío Jurado, convirtiéndose en sus grandes apoyos en sus peores momentos.
Combinadas con looks informales en tonos grises y negros, madre e hija apostaron por la comodidad para una íntima cena de cumpleaños en la que echamos de menos tanto a María Teresa Campos como a Carmen Borrego, adémás de al novio de Alejandra, Álvaro Lobo, con quien hace varios meses que no se deja ver públicamente. Muy discreta, Terelu no quiso desvelar qué le había regalado a su hija, pero la cumpleañera llevaba una bolsa rosa de regalo en la mano al abandonar el restaurante.