El uso regular de fotoprotectores puede reducir la incidencia del cáncer de piel casi en un 80%

El uso regular de fotoprotectores antes de los 18 años de edad puede reducir la incidencia del cáncer de piel hasta en un 78 por ciento, según ha expresado la dermatóloga Paloma Borregón, quien también ha informado de que tener antecedentes de quemaduras solares en la infancia es un factor de riesgo para el desarrollo de melanoma, insistiendo en que «la piel tiene memoria».

Así lo ha puesto de manifiesto la doctora durante la presentación de la gama infantil de los solares de P20, donde también ha alertado de que, pese a que el cáncer de piel es más frecuente en mayores de 50 años, cada vez se da más en personas jóvenes por exposición solar intensa en cortos períodos de tiempo. Para la experta, el principal factor de riesgo evitable son los rayos UV, ya sean naturales, esto es, que provengan del sol; o artificiales, como es el caso de las cabinas de bronceado.

Con todo, la especialista ha advertido de que, pese a que un 92 por ciento de la población reconoce que la exposición al sol puede causar problemas de salud, solo el 18 por ciento protege siempre su piel. En este sentido, ha destacado la importancia de una aplicación correcta de la crema solar. Concretamente, es necesaria una cantidad de producto suficiente para cubrir todo el cuerpo cuya aplicación se debe repetir cada dos horas; sin embargo, la experta ha aclarado que, si el niño se baña, hay que volver a aplicarlo con más frecuencia.

Otro factor importante para proteger la piel es tener en cuenta el horario de exposición. En este sentido, Borregón ha hecho hincapié en evitar las horas centrales del día (de las 12 a las 18 horas, aproximadamente). Por otro lado, además de la protección solar, la dermatóloga ha recordado que es «ideal» bloquear el sol con camisetas diseñadas con protección solar, gorros y gafas de sol. Al respecto, ha recomendado tener precaución, ya que «hay prendas, así como sombrillas que dejan pasar el sol».

Así las cosas, la doctora ha recalcado que los niños no deben usar protección solar entre los primeros seis y doce meses de vida; además, a esa edad «ni siquiera deben exponerse al sol», ha insistido.

TIPOS DE RADIACIÓN ULTRAVIOLETA

En cuanto a los tipos de radiación solar, la experta ha indicado que, dentro de la radiación ultravioleta, se distinguen tres tipos: UVC, UVB y UVA. Así, ha abundado que los de tipo C ni siquiera penetran en la atmósfera, por lo que no afectan a las personas. En cambio, los UVB, aunque no penetran tanto como los UVA, ya que suelen ser parados por los cristales y las nubes, llegan hasta la epidermis, la capa más superficial de la piel. Estos se relacionan directamente con las quemaduras solares, en enrojecimiento, las ampollas, la hinchazón, así como con daños oculares y con daño directo en el ADN.

Por otro lado, los rayos UVA penetran hasta la dermis, la capa más profunda, compuesta por fibras de colágeno y fibras elásticas, así como por ácido hialurónico. Así, esta radiación atraviesa todo tipo de superficies, incluidos los cristales y las nubes, por lo que, al llegar a la dermis, se desestructuran las fibras, provocando que los fibroblastos no puedan producir colágeno ni ácido hialurónico, y desencadenando el envejecimiento y las arrugas de la piel. Por tanto, estos rayos no solo provocan mutaciones genéticas en el ADN, causa del cáncer de piel, sino que también producen fotoenvejecimiento precoz.

Por todo ello, Borregón ha expuesto las características que debería cumplir una crema solar para proteger correctamente tanto de la radiación UVB como de la UVA. «Es importante que sea seguro y, como tal, debemos exigir que sea atóxico; que sea no comedogénico, es decir, que no fomente la aparición de granos y que sea hipoalergénico», ha señalado. Asimismo, este debe garantizar estabilidad ante agentes externos, la luz, el calor y el pH cutáneo y, por último, este debe tener una eficacia comprobada.

Así, para el cuidado infantil, la experta aboga por usar productos con un factor de protección muy alto (SPF +50); de alto rendimiento, esto es, que tenga una protección duradera; resistente al agua; sin perfumes; que tenga una textura muy ligera, y que sea apto para pieles sensibles.

Por su parte, el brand manager de P20, Marco D’Amato, ha presentado la nueva gama de fotoprotectores infantiles de la compañía, destacando que el formato es una crema ligera con un factor de protección de SPF +50, diseñada específicamente para las pieles sensibles de los niños. Además, no contiene perfume y está dermatológicamente probada y certificada para personas con alergia. En este sentido, D’Amato ha subrayado que, además de una protección superior frente a los rayos UVA, ofrece una resistencia al agua de hasta tres horas.