El pasado no se puede borrar y no cabe duda que la salida de James Rodríguez es una de las peores que se han dado en el Real Madrid en los últimos tiempos. El colombiano salió peleado con una mala opinión por parte de la dirigencia, del cuerpo técnico encabezado por Zinedine Zidane, por la prensa y por buena parte de la afición. Sin embargo, el dolor del ahora futbolista del Everton es enorme pues no solo no pudo triunfar en el club de sus amores, aquel al que le iba desde que era un pequeño; además de eso también quedó en malos términos con el que era su ídolo de la infancia y el jugador al que quería imitar: Zidane. Irse por la puerta trasera es una pena que tendrá por siempre; pero en su mente está que no se fue del todo justo con él.
La mayor parte de la culpa en ese sentido la tendría el entrenador francés. Para James Rodríguez nunca hubo ese trato amable que si había con otros jugadores que incluso mostraban un nivel más bajo que el suyo. Pese a que en las ruedas de prensa lo defendía como cualquier técnico protegería a sus pupilos; lo cierto es que luego en el banquillo demostraba otra cosa totalmente distinta, pues toda esa defensa quedaba en nada con las constantes suplencia y la falta de oportunidades para el colombiano. Ahora que está alejado de todo ese ambiente y la presión que supone ser futbolista del Real Madrid, el cafetero tiene una mejor perspectiva de como sucedieron las cosas; aunque eso le ha dado pie a pensar que en realidad lo suyo tuvo que ver más con su procedencia que con su nivel de juego y buenas razones tiene para justificar eso.
Una salida que dolió mucho
Lo cierto es que la historia de James Rodríguez con el Real Madrid comenzó de forma idílica a las órdenes de Carlo Ancelotti, su padre futbolístico en Europa. A las órdenes del italiano cuajó una gran temporada y demostró que estaba hecho para grandes cosas en el equipo blanco. Con goles, asistencias y buenas actuaciones, el colombiano se convirtió en una pieza vital; no obstante, el gran problema fue que esa temporada acabó en blanco y Ancelotti tuvo que salir, en su lugar llegaría Rafa Benítes y luego, unos meses después, un Zidane que se convertiría en su calvario. Con el francés comenzó jugando bien, pero poco a poco se fue quedando en el banquillo y todos los éxitos posteriores que llegarían en esas temporadas con el técnico galo al mando se dieron sin la colaboración protagónica de James Rodríguez.
A pesar de que Zidane no le daba las suficientes oportunidades, la verdad es que el colombiano si tuvo algunos minutos para aprovecharlos y tratar de demostrar que era un jugador válido con el nivel suficiente para colaborar más seguido. Sin embargo, en todos los partidos que participaba no rendía a un buen nivel y era totalmente intrascendente en el juego. Su fichaje y su buen salario no estaban siendo justificados de buena manera y todas las opiniones de los diferentes sectores se volcaron con un francés al que se le dio la razón con su medida de dejarlo postrado en el banquillo. Cansado de sus pocos minutos y de los malos tratos en la cancha, James Rodríguez decidió hacer las maletas y viajó a Inglaterra para ponerse una vez más a las órdenes de Ancelotti.
Zidane lo midió con una vara distinta
Tal y como sucediera hace unos años, cuando el entrenador italiano trató de salvarlo y lo pidió cedido para el Bayern Múnich, en esta oportunidad se lo llevó a la Premier League; pero esta vez para quedárselo y completamente gratis. Y es que esa salida por la puerta de atrás, sin que el Real Madrid recibiera un euro y con el beneplácito de Florentino Pérez pudo estar justificada; eso es algo que puede ver James Rodríguez al evaluar su rendimiento en total. Pese a los pocos minutos que tuvo con Zidane, realmente no los aprovechó; no obstante, los medios ingleses comenzaron a desvelar algunos pensamientos del colombiano, pues a su entender la vara para medir del entrenador francés no es la misma con todos y esto queda totalmente comprobado al ver todo lo que ha sucedido con Eden Hazard.
Aunque Zidane haya puesto al colombiano en su lista negra casi desde que llegó, lo mismo no ha sucedido con un Hazard cuyo rendimiento ha sido mucho peor que el de James Rodríguez. Sin casi actuaciones de méritos, el belga ha sido todo un fiasco como fichaje de Florentino Pérez. Esos 160 millones de euros que mencionan algunos menos no han quedado para nada justificados; porque con malas actuaciones, problemas de sobrepeso y las constantes lesiones solo sonrojan a los que opinaban que el colombiano era todo un fracaso. Sin embargo, a Hazard no se le ve igual, la prensa lo ataca con temor y Zidane no solo lo defiende, sino que apenas vuelve de un problema lo coloca de titular. Tal parece que la procedencia y el nombre serían las respuestas para un James Rodríguez que alejado de todo ya ve que se fue muy injusto con él.