Todos tenemos en cuenta que el cuerpo necesita de minerales; uno de los más elementales es el hierro. Curiosamente, observamos que hay muchísimas personas que, al día de hoy, sufren de la falta de esta sustancia en su organismo. Sin embargo, la otra cara de la moneda es de los que tienen un exceso del mismo. Esto nos lleva a traer a colación el hecho de que los excesos son malos, y nuestro esqueleto es una máquina perfecta para emitir señales cuando existen desórdenes de manera interna.
Aunque no lo creas, concentrar grandes cantidades de hierro no es una buena idea de cara a tu salud. Es uno de los problemas que ha aparecido en ese listado de padecimientos más frecuentes que deben pasar las personas; las manifestaciones siempre están por doquier. Cuando surge este escollo, realmente puedes verte en cuadros muy desalentadores que ya te diremos cuáles son y de qué manera se hacen presentes.
5Estrés oxidativo como consecuencia del exceso de hierro
Si tienes mucho hierro en el cuerpo, tu salud podría verse en vilo ante el impacto del estrés oxidativo. Seguramente te preguntarás de qué va realmente esta problemática. Te contamos que se trata de un mero desequilibrio, aspecto que va muy en sintonía con el exceso de hierro que hemos venido esquematizando.
En este sentido, al existir una especie de desbalanceo en las células que forman parte de tu organismo, las mismas se verán afectadas porque los llamados radicales libres han aumentado y desafortunadamente los antioxidantes habrán disminuido.
Dicho de otro modo, cuando concentras mucho este mineral, al tiempo una cantidad tan abrupta, podría ocasionar que tus tejidos se dañen. Envejecerás más rápido, tu piel lucirás con demasiadas arrugas, manchas, puedes padecer de presión arterial, problemas en el corazón, y debilidad en los músculos.