La morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas a particulares y empresas se elevó en enero hasta el 4,54%, frente al 4,505% anterior, aunque aún se sitúa por debajo del 4,85% de un año antes, según los datos provisionales del Banco de España.
En el primer mes del año los créditos dudosos experimentaron un ligero descenso del 0,17% respecto a diciembre, hasta los 55.066 millones de euros, dato un 4,37% inferior al de enero de 2020.
Al mismo tiempo, en enero se produjo una contracción del crédito total del sector, que se colocó en 1,212 billones de euros, cerca de un 1% por debajo de diciembre y en su nivel más bajo desde abril de 2020. La cifra fue un 2,12% superior al dato de un año antes.
Las cifras incluyen el cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que desde enero de 2014 han dejado de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito.
El aumento de la ratio de morosidad, que se produce ante una caída del crédito total concedido y a pesar del leve descenso del agregado de dudosos, llega en un contexto en el que los principales organismos internacionales y nacionales, así como firmas crediticias, han venido advirtiendo de que en los años 2021 y 2022 aflorará la mora derivada de la crisis del coronavirus.
La morosidad se habría mantenido contenida durante los últimos meses por las distintas medidas gubernamentales, si bien algunas estimaciones apuntan a un repunte de hasta el 8% en 2022, a medida que el apoyo público vaya desapareciendo.
Sin incluir los cambios metodológicos, la ratio de morosidad se situaría en el 4,65%, puesto que el saldo de crédito fue de 1,183 billones de euros en enero de 2021, al excluirse el crédito de los EFC.
Las provisiones de las entidades financieras se situaron en 40.154 millones de euros en el primer mes del año, 319 millones por encima de diciembre (+0,8%) y un 11,82% más que en el mismo mes de 2020.