¿Para qué sirven las matemáticas? Es, sin lugar a duda, la pregunta más repetida por los alumnos año tras año. Y ante ella, muchos padres no saben qué responder más allá de que es una de las asignaturas principales que deben estudiar ¡y aprobar! Lo cierto es que las matemáticas son una pieza clave para el desarrollo de los más pequeños porque les ayuda a formar su personalidad, a ser lógicos y a aprender a razonar.
Como señala Smartick, el método español de aprendizaje de matemáticas y de lectura para niños de 4 a 14 años, cuando se habla de ellas, muchos estudiantes asocian esta asignatura con problemas complicados de resolver y conocimientos abstractos que consideran que no van a aplicar en su vida adulta. Sin embargo, las matemáticas están presentes en nuestra vida diaria constantemente, desde calcular el tiempo destinado a una actividad o estimar los años que tienen o cumplen nuestros amigos y familiares.
Además, en el apartado académico, las matemáticas son la ciencia por excelencia al ser la base para cualquier acercamiento científico independientemente de la disciplina, ya sea en el área de la física, la estadística e incluso la historia.
Pero no solo eso. Aprender matemáticas tiene grandes beneficios, a veces desconocidos para la mente, que te descubrimos a continuación:
1. Ayudan a tener pensamiento analítico. Es nuestro pensamiento por defecto, el que nos ayuda a descomponer argumentos en premisas, observar las relaciones que existen y juzgar su veracidad. Cuando nos enfrentamos a un problema matemático, recopilamos datos, analizamos su relación y aportamos una solución. Ser capaz de entender las matemáticas llegando a soluciones lógicas, hará que nuestra mente se prepare para resolver problemas reales y tomar decisiones evitando errores o engaños.
2. Desarrollo de la habilidad investigadora. El mencionado pensamiento analítico también contribuye a potenciar la capacidad de investigar y de conocer el mundo que nos rodea. Las matemáticas nos hacen razonar mediante una fórmula lógica, utilizando datos reales que son verificables. Esto nos permite enfrentarnos al mundo buscando respuestas basadas en evidencias y no solo en creencias o emociones.
3. Contribuyen a la agilidad mental. Para resolver un problema matemático, es necesario concentrarse para dar con la solución. Este simple gesto repetido con frecuencia hace entrenar la concentración y, por tanto, la agilidad mental. De esta manera, se podrán tomar decisiones más rápidas, asimilar mejor nuevos conceptos, así como hacer frente a situaciones más complejas que, de otra manera, podrían ser un desafío.
4. Desarrolla la capacidad de pensamiento. Aprender matemáticas desde niños nos enseña a pensar, es decir, a saber, explicar cómo funcionan las cosas. Analizar ideas, ordenarlas y expresarlas de una forma clara y coherente es vital para que los demás comprendan lo que queremos transmitirles.
5. Fomenta la sabiduría y la curiosidad. Siempre se ha dicho que las matemáticas son la madre de todas las ciencias. ¿Por qué? Porque son la base de muchas disciplinas científicas y tecnológicas y de muchas acciones de nuestra vida cotidiana. Seríamos incapaces de comprender ciertos fenómenos sin ellas, como el manejo del dinero, entender la hora o simplemente cocinar siguiendo una receta.
Para los fundadores de Smartick, Daniel González de Vega y Javier Arroyo, es fundamental entender desde niños las matemáticas ya que «nos ayudan a desarrollar competencias y habilidades muy necesarias tanto para el éxito académico como para preparar el nuestro futuro personal y profesional». Pero es preciso que cada niño avance a su ritmo y afiance sus conocimientos matemáticos sin frustraciones, lo que les hará entenderlas e incluso amarlas.