Con Sara Carbonero e Iker Casillas empezamos el cuento por el final, con un beso que prometía un felices para siempre. Una relación que se confirmó a través de un beso público celebrando una victoria de la selección española en la que Iker Casillas era portero en el Mundial de Sudáfrica. Sara Carbonero había estado durante todo el Mundial cubriendo los partidos de España. Y la química entre ambos era más que evidente. Inevitablemente, los ciudadanos de a pie unimos la alegría de la victoria a la relación de los dos protagonistas y claro está, la idealizamos.
1Sara Carbonero e Iker Casillas una pareja normal
Pero cuando los cuentos dicen fin, el vivieron felices y comieron perdices se transforma en el día a día de dos personas más que tienen sus luces y sus sombras. Un matrimonio en el que el amor también puede ir acompañado de amarguras, celos y sombras que pueden hacer crecer la relación o acabar rompiéndola. Y en el caso de Sara Carbonero e Iker Casillas parece que el matrimonio se rompió.
El matrimonio, que no el amor, porque por más que sea difícil de entender en ocasiones, este adquiere muchas formas. Y dos hijos en común siguen uniendo a esta pareja que justo por eso, no dejará nunca de ser familia.
