Este viernes 19 de marzo, Día del Padre, la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía confirmó la detección de tres nuevos casos de una variante del Covid-19 que hasta ahora no había contagiado a nadie en España: la de Uganda, también denominada A.23.1.
Se trata de una variante con una mutación bastante similar a la británica que, hasta el momento, ha dejado tres casos confirmados en varones de 35, 51 y 90 años en la provincia de Sevilla. Los dos pacientes jóvenes evolucionan bien de la afección y se encuentran aislados en sus casas, pero el de mayor edad ha fallecido. ¿Es, por tanto, más mortal esta nueva variante? ¿Debemos preocuparnos algo más?
6MIENTRAS TANTO SIGUE LA POLÉMICA CON ASTRAZENECA Y SU VACUNA PARA EL COVID
Paralelamente a la llegada de una nueva variante del coronavirus a Europa -la de Uganda-, continúa la polémica acerca de los posibles efectos adversos de la vacuna de Astrazeneca. Si ayer mismo la Junta de Andalucía confirmaba que la autopsia de la mujer de 43 fallecida en Marbella reveló que su muerte no estaba relacionada con la administración de una dosis de esta vacuna, la OMS también hizo un comunicado apoyando a Astrazeneca y Oxford.
El Comité sobre Seguridad de las Vacunas de la OMS ha sostenido que el fármaco «sigue teniendo un perfil beneficio-riesgo positivo y, tras analizar «cuidadosamente» la información disponible sobre eventos de coagulación de la sangre y baja de las plaquetas después de la vacunación, han concluido que el número de trombos «está en línea» con la cifra esperada de diagnósticos de estas afecciones.
«Ambas condiciones ocurren naturalmente y no son infrecuentes», ha apuntado el comité, que ha subrayado que «también ocurren como resultado de la COVID-19».