El Covid-19 ha impactado vilmente la vida de todos. Parece mentira que tengamos un año desde que se desató esta pandemia. La depresión y la ansiedad, son dos de las tantas consecuencias que sufren muchísimas personas en medio de este panorama que, desafortunadamente, sigue siendo de mayor intensidad. El tener que vivir bajo el encierro, noticias alarmantes, la prevención, el uso de las mascarillas y, por si fuera poco, la reorientación de los mismos hábitos, ha puesto en jaque el bienestar de todos en algún momento.
El coronavirus no solamente le ha segado la vida más de dos millones de personas, sino que los que seguimos dando guerra, tenemos que lidiar con los estragos de las implicaciones del Estado de Alarma. Ha representado ser una soga al cuello, donde la mente ha sido una de las mayores afectadas. Hoy, en QUÉ!, analizamos un poco lo que ha desencadenado el SARS-CoV-2 y que posiblemente te verás reflejado en alguna de las ejemplificaciones.
6La tecnodependencia
Si bien es cierto que la tecnología ha sido importante para llevar la pandemia del Covid-19, también ha desencadenado males que, sin duda alguna, la sociedad había venido arrastrando desde hace un tiempo atrás. Claro, el encierro ha permitido que el móvil sea la escapatoria para muchos, cayendo en la terrible adicción las nuevas tecnologías.
Un año en el cual la realidad social ha sido cambiada por el mundo virtual, donde se tiene en cuenta proliferan mayores riesgos de acabar enfermos. Pues, existen ciudadanos que se han olvidado de sus sueños, metas, trabajos, estudios académicos, y han permanecido en una jaula dependiente al teléfono y a las mismas redes sociales.