El Covid-19 ha impactado vilmente la vida de todos. Parece mentira que tengamos un año desde que se desató esta pandemia. La depresión y la ansiedad, son dos de las tantas consecuencias que sufren muchísimas personas en medio de este panorama que, desafortunadamente, sigue siendo de mayor intensidad. El tener que vivir bajo el encierro, noticias alarmantes, la prevención, el uso de las mascarillas y, por si fuera poco, la reorientación de los mismos hábitos, ha puesto en jaque el bienestar de todos en algún momento.
El coronavirus no solamente le ha segado la vida más de dos millones de personas, sino que los que seguimos dando guerra, tenemos que lidiar con los estragos de las implicaciones del Estado de Alarma. Ha representado ser una soga al cuello, donde la mente ha sido una de las mayores afectadas. Hoy, en QUÉ!, analizamos un poco lo que ha desencadenado el SARS-CoV-2 y que posiblemente te verás reflejado en alguna de las ejemplificaciones.
3Estrés y la covid-19
A pesar de que el estrés hace parte del estilo de vida de las personas, el Covid lo ha exacerbado aún más. De eso no cabe la menor duda. Un gran escollo que ha implicado transformar por completo la cotidianidad y adaptarla a la casa, casi que de forma imprevista. El teletrabajo es la muestra perfecta, llegó para quedarse fruto del caos mundial que, mantiene puestos desde el hogar, con oficinas improvisadas y el clamor de trabajar más de lo habitual, llegando a enfermar a las personas.
No conforme con esto, entra en juego el papel que tiene cada quien como ama o amo de casa, sus labores como esposo o esposa, y mucho más si tiene hijos. Todo esto, ha incidido en que el ciudadano viva más estresado de un año para acá, estando con depresión y manifestando síntomas de ansiedad de una forma abrupta.