No es muy habitual ver números impresos en los huevos que se suponen que te vas a comer, y si, se está hablando de los de gallina para un buen desayuno, porque forma parte de los alimentos que sacian y no engordan, en el aspecto en el que hay granjas en los que etiquetan los huevos según el tipo de gallina y/o crianza que se le ha dado a la misma para determinar el “tipo” de huevo que corresponde para servir o usar en tu mesa.
Su primer dígito, entre el 3 y el 0, seguido de las iniciales del país de origen (por ejemplo: ES para España), ofrece información sobre el grado de bienestar con que han sido criadas estas aves.
8¿Qué pasa con los últimos números?
Los últimos números del código de los huevos hacen referencia a la identificación de la granja en el municipio. En caso de ser una granja grande con varias manadas, el último dígito podría hacer referencia a la manada concreta. Ten cuidado de no confundir la numeración de los huevos con la información del envase, pues esta última hace referencia a la empresa productora, la categoría de calidad, la fecha de caducidad, entre otros pero no al método de producción del huevo.
Para muchas organizaciones de bienestar animal el espacio mínimo que marca la Unión Europea no es suficiente, ya que es el equivalente a apenas un folio tamaño A4.
Para otros grupos, la situación es muy distinta. Según esta fuente, cuando las gallinas están criadas de manera intensiva, el espacio que se les da es más que suficiente para moverse por toda la jaula junto con sus compañeras por ave. Además, justo este sistema evita enfermedades al estar más controladas y tener siempre la temperatura, iluminación y fuente de alimento adecuadas.