Doomscrolling o doomsurfing es como se le conoce a la adicción por el consumo de información negativa. Si bien los datos pueden ser de cualquier tema, como el calentamiento global o la extinción de especies. La pandemia del Covid-19 ha sido el tema central durante los últimos 12 meses. Esta es una manía que siempre ha estado presente en la sociedad, pero luego de pasar tanto tiempo encerrados en casa. Esto ha producido una variedad de efectos en la psicología de las personas.
Antes de la crisis sanitaria del 2020, ya circulaban muchos artículos en la red sobre una infinidad de tragedias. El cambio climático, guerras y catástrofes y otras noticias inundan la red. Pero luego de la cuarentena a nivel mundial, el doomscrolling ha aumentado significativamente.
¿En qué consiste el doomsurfing?
Probablemente lo padezcas y no lo hayas notado hasta hace poco. Si pasas todo el rato leyendo artículos o viendo vídeos con noticias negativas, y en lo único que piensas es en todas esas catástrofes, probablemente hayas caído en el doomscrolling.
Desde tiempos remotos, las personas han desarrollado la necesidad de mantenerse informados, pues durante épocas de crisis la información es fundamental para tomar precauciones. Aunque hoy en día las redes sociales son una espada de doble filo. Los algoritmos de estas tienden a realzar o promocionar todo el contenido que sea sorprendente. Pero por desgracia la mayor parte de dicho contenido son malas noticias. Sumado al hecho de que las personas son curiosas por naturaleza, esto hace que terminen consumiendo contenido no muy positivo.
Hay quienes piensan que luego de estar tanto tiempo en casa y recibir solo malas noticias, las personas se han acostumbrado a ello y han comenzado a compadecerse de sí mismas para así poder convencerse de que quizás, no están tan mal como el resto.
Expertos en psicología han determinado el origen a este comportamiento compulsivo y errático, y se debe a que muchas personas suelen sentir cierta “comodidad” o “placer” de ser testigos o informarse de los acontecimientos negativos que ocurren en el mundo.
Según especialistas, el doomscrolling se debe a que cuando el terror es observado desde un lugar seguro, como el hogar, suele tener un efecto calmante. Esto hace que las personas acepten que las cosas no andan bien, pero se sienten cómodos desde donde están y como resultado de esto piensan que no podrían ser víctimas de alguna desgracia mientras se mantengan “seguros”.
En otras palabras, el doomscrolling es una reacción compulsiva ante la necesidad de tratar de conseguir respuestas ante el miedo. De esta forma, las personas tienden a analizar de forma constante si la información nueva es una posible amenaza, pues los humanos están motivados biológicamente para atender a este tipo de situaciones.
El origen y la historia del doomscrolling
Se cree que originalmente el término “doomscrolling” se originó en Twitter durante el 2018, aunque este puede tener un origen anterior. Lo que es cierto, es que este fenómeno ha existido mucho antes de la acuñación del término que hoy se conoce.
Hoy en día se puede comprar el doomcrolling con un fenómenos social posterior a este, el cual se le conoce como el síndrome del mundo cruel (mean world síndrome). Este fue un término acuñado por George Gerbner en 1970 para referirse a un sesgo cognitivo, el cual hace que las personas perciban el mundo como un lugar más peligroso de lo que realmente es. Para ello se basó en que dicho síndrome era el resultado de la exposición continua al contenido violento de los medios comunicacionales.
El doomscrolling y la evolución humana
Es bien sabido que los estados emocionales de la especie humana surgieron como parte de su adaptación y evolución. Como resultado de esto es normal que las personas sientan cierta emoción al enterarse de alguna noticia negativa, pues esto surgió como una respuesta ante los mecanismos de afrontamiento desarrollados por la evolución, lo cual además permite la gestión de los posibles acontecimientos que puedan ocurrir a lo largo de la vida.
El estado de alerta surge como una respuesta ante el miedo, lo cual es útil en las situaciones de alto peligro. En otras palabras, el doomscrolling actúa como una herramienta para la recopilación de información analizarla, consiguiendo así una estrategia en caso de peligro.
Pero esto no es del todo positivo, pues luego de algunas encuestas al principio de la cuarentena en el 2020, estas arrojaron que la frecuencia, la duración y la diversidad de exposición ante los medios comunicacionales, generaron un incremento en algunos síntomas de ansiedad y depresión, lo cual se asoció con la pandemia del Coronavirus.
Otros estudios arrojaron que el uso excesivo del móvil incrementa el riesgo de sufrir síntomas de depresión o ansiedad, especialmente en la población más joven.
Métodos para evitar el doomscrolling
En caso de que seas consciente de que tienes un problema de doomscrolling, lo mejor que puedes hacer es identificar esa tendencia negativa de consumir malas noticias. Una vez que te hayas hecho consciente de esto, podrás tomar algunas medidas para poder realizar un cambio. Esto funciona igual que con las personas que tienden a procrastinar, pero desean mejorar en este aspecto, lo cual requiere realizar un esfuerzo.
Si bien es un poco difícil saber de manera precisa la cantidad de tiempo que pasas consumiendo noticias y contenido de las redes sociales, puedes poner en práctica algunos métodos para ayudarte a desconectarte. Para ello puedes fijar una hora en la cual apagarás el móvil, solo tendrás que programar una alarma.
Así mismo, podrás comenzar a realizar otras actividades que te ayuden a darte cuenta que el mundo no es tan peligroso y horrible como lo hacen ver los medios. Puedes dar paseos, realizar manualidades o hacer cualquier cosa que mantenga tu mente alejada de las redes sociales y los demás medios de comunicación.