Las conservas se crearon en el año 1795, cuando Nicolás Appert, un pastelero francés de renombre, comenzó a utilizar un método de esterilización que se basaba envasar un alimento, fuera legumbre, vegetal o fruta dentro de un envase de de cristal que se cubría con un tapón de corcho que era cerrado herméticamente. Te recomendamos que no tires el líquido de conserva de los alimentos.
A continuación, te contaremos si es saludable o no beber el líquido de las conservas.
1¿Cómo ha sido el método de conserva a través del tiempo?
Cuando estaba cerrado de un modo adecuado, el envase se introducía en otro que contenía agua hirviendo que ayudaba a esterilizar el contenido de este. El tiempo que se utilizaba al hervir el envase, variaba dependiendo del tipo de alimento que contenía y es muy sencillo hacer encurtidos en casa.
El momento en que el envase de cristal fue reemplazado por la lata de hojalata, sucedió a principios del siglo XIX. El nuevo envase disponía de un agujero en su parte superior, que era donde se introducía el alimento, y una vez dentro, el agujero era cerrado con un tapón de estaño.
En el siglo XX, frente a las guerras mundiales, aumentó la demanda de las conservas y por ende, el sector conservero, pues era un modo fácil en que los soldados que batallaban pudieran contar con alimentos mientras combatían en sus misiones militares. En ese momento, todavía quedaba un punto clave por resolver, el oxígeno que contenían las conservas provocaba que las vitaminas en su interior se perdieran.
