- Desde 2006, la Bodega Vallegarcía se ha convertido en un referente de la elaboración de vinos de muy alta calidad y de composición equilibrada a partir de uva del Pago, vendimiada a mano en el momento óptimo de maduración y con aptitud para la crianza en barrica y el envejecimiento en botella.
- Posiblemente la etiqueta más reconocible de la bodega sea la de su Viognier, vino icónico para los aficionados al tratarse del primero elaborado 100% con dicha uva en España.
Fue su pasión por la gastronomía y su sensibilidad a la hora de disfrutar de los grandes vinos, especialmente de Burdeos y de Borgoña, los que llevaron a Alfonso Cortina a acercarse a este mundo, plantando su propio viñedo y proyectando más tarde una Bodega, Vallegarcía, para convertir el conjunto en un nuevo Pago. Una visión convertida en realidad que ahora, casi 20 años después de la primera cosecha, sus dos hijos, Carlos y Felipe Cortina Lapique, vuelven a impulsar manteniendo los mismos valores legados por su padre.
Cuando en 1997 Alfonso Cortina se sumergía aún más en su gran pasión, los vinos, y decidía diseñar junto al reconocido profesor de viticultura australiano, el doctor Richard Smart, la plantación de un viñedo en la finca de Vallegarcía, en los Montes de Toledo, no fueron pocos los que pusieron en duda la viabilidad del proyecto. Desde sus comienzos, Vallegarcía apostó por una zona en la que históricamente no se habían cultivados viñedos, pero que contaba con unas condiciones de terreno y altitud muy favorables y con un gran potencial para el cultivo de uvas de calidad.
Abrió sus puertas en 2006
Entre 2001 y 2005, el equipo de Vallegarcía se dedicó a evaluar el potencial de calidad de sus uvas elaborando pequeñas partidas de vino en las instalaciones de la bodega vecina, Dehesa del Carrizal. La gran calidad obtenida y la acogida de estos vinos, que fue muy positiva, llevaron a Alfonso Cortina a decidirse a construir su propia bodega. Así, el 14 de septiembre de 2006 la bodega Vallegarcía inauguraba sus instalaciones.
Ahora, con casi dos décadas de andadura a sus espaldas, Vallegarcía sigue manteniéndose fiel a su filosofía de elaborar vinos de muy alta calidad y de composición equilibrada a partir de uva del Pago, vendimiada a mano en el momento óptimo de maduración y con aptitud para la crianza en barrica y el envejecimiento en botella. Además, todos los vinos de la bodega se diseñan siempre buscando el máximo respeto a la tipicidad de cada una de las variedades y, a la vez, a la expresión del terruño de Pago de Vallegarcía (cuya singularidad ha sido reconocida por la Unión Europea con la calificación Denominación de Origen Protegida).
Viognier, un clásico
Para ello, Vallegarcía dispone de un equipo, liderado por Adolfo Hornos, Ingeniero Agrónomo y enólogo, en constante formación y actualización para entender mejor el comportamiento del viñedo y las características de cada añada. Vallegarcía cuenta, además, con el asesoramiento enológico de Eric Boissenot, una de las figuras más influyentes de Burdeos, donde ha dejado su huella en más de 180 Châteaux y entre ellos los míticos: Mouton Rothschild, Latour, Lafite-Rothschild y Margaux.
Posiblemente la etiqueta más reconocible de la bodega sea la de su Viognier, vino icónico para los aficionados al tratarse del primero elaborado 100% con dicha uva en España. En cuanto a tintos elaboran tres referencias: un monovarietal de Syrah y dos ensamblajes de variedades bordelesas (Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot y Petit Verdot), el Hipperia y el Petit Hipperia, cuyo nombre proviene de la palabra griega Hippos y supone un homenaje al caballo que es seña de identidad de la bodega. Todos ellos son Vinos de Pago lo que demuestra el acierto de esta apuesta de la familia Cortina por emprender en estos parajes, a los que tanto aprecio tienen, y que con seguridad seguirán dando nuevos frutos, nuevos vinos y nuevas alegrías.
Vallegarcía Syrah, un vino icónico
Concretamente, Vallegarcía Syrah es un vino monovarietal, aromático, estructurado y goloso al paladar. Este vino, elaborado con la uva procedente de una parcela de siete hectáreas, se vendimia en el momento de su plena maduración para conseguir taninos agradables que se terminan de pulir tras el paso del vino por la barrica y la botella, dando como resultado un vino largo y persistente. De color picota bien cubierto y aroma a frutos rojos entrelazados con toffes, procedentes de la crianza en barrica, y lácteos, en la boca es fresco, con una sabrosa estructura que produce un paso agradable. Al tratarse de un vino elaborado 100% con uva syrah, cuenta con las características típicas de esta variedad, siendo un vino fácil de beber, pero delicado en su elaboración dado que en los años difíciles, su carácter monovarietal le hace muy sensible a cualquier alteración climática.
Gracias a estas condiciones y a sus elegantes notas de regaliz, balsámicos y cacao, muy bien ensamblados con la delicada uva de syrah, el Vallegarcía Syrah 2018 es un vino perfecto para acompañar arroces, pastas, y productos característicos de la cocina de la temporada otoñal como las carnes de caza o las setas. Además, se trata de un vino que combina a la perfección con el chocolate negro. En definitiva, Vallegarcía es un proyecto muy personal que nació de la pasión por el vino de Alfonso Cortina y que veinte años después ha pasado a sus hijos que mantendrán muy vivos tanto el legado y como la esencia de su creación. Un vino entre vinos que no te dejará indiferente.