La agencia de calificación crediticia S&P ha destacado que las reformas estructurales acometidas en España desde 2011, principalmente del mercado laboral, pero también de pensiones, han triplicado la capacidad del país de generar empleo, según se desprende de un informe publicado por la firma este martes.
«Las reformas estructurales de los últimos diez años han hecho los mercados laborales un poco más flexibles en Europa. Esto significa que las empresas serán más rápidas a la hora de crear empleo a medida que sus negocios se expandan de nuevo. Esto es especialmente cierto en España, como resultado de [haber aprobado] más reformas estructurales de calado que en otras partes», han asegurado los analistas de S&P Sylvain Broyer y Marion Amiot.
En este sentido, la agencia de rating ha asegurado que las reformas laborales de España, aprobadas en su mayor parte durante la legislatura del primer Gobierno del PP tras la crisis (2011-2015), «han más que triplicado la capacidad de reacción del empleo ante el PIB». Este cambio no se ha producido en ninguna otra gran economía de la UE, debido en parte a una aprobación más tardía de las reformas laborales.
S&P destaca el efecto sobre el empleo en la flexibilidad de las empresas, la prevalencia de los convenios de empresa frente a los sectoriales, el abaratamiento del despido, la reducción de las protecciones de empleados indefinidos y las reformas de pensiones de 2011 y 2013, entre otras.
RÁPIDA RECUPERACIÓN DEL EMPLEO EN EUROPA
La mayor parte del informe de la agencia de rating se centra en las previsiones de empleo para la Unión Europea incorporando el impacto amortiguador de los esquemas de reducción de empleo en los diferentes países (como los ERTE en España).
De acuerdo con S&P, estos esquemas, así como el retraso en las quiebras, «han amortiguado el impacto de la pandemia en el mercado laboral». De esta forma, el empleo de la zona euro ha sido un 60% menos sensible a la crisis del Covid-19 que a la crisis financiera de 2008.
El uso generalizado de estas figuras provocará que la recuperación del empleo «tardará más en mostrarse en la tasa de paro». Esto es así porque a medida que se recupera la actividad, las empresas incorporarán a los trabajadores en ERTE y en otros esquemas similares antes de realizar nuevos contratos. Según los cálculos de S&P, tendrán que pasar dos o tres trimestres una vez se recupere la economía para ver un crecimiento neto en el empleo. Esto significa que solo a comienzos de 2023 se volverán a recuperar la senda de crecimiento del mercado laboral.
En cualquier caso, la calificadora de riesgos considera que la recuperación será más rápida que hace 12 años porque los empleos perdidos no son excesivamente cualificados y porque la crisis se debe a un ‘shock’ externo y no a un desequilibrio interno.