El Museu Nacional d’Art de Catalunya (Mnac), en Barcelona, ofrece del 19 de marzo al 18 de julio la primera «exposición global» del fotógrafo Antoni Campañà (1906-1989), que incluye imágenes de la Guerra Civil que el autor mantuvo escondidas toda su vida y que su familia descubrió en 2018, más de setenta años después de que fueran tomadas.
«Es la primera vez que se expone a Campañà en su globalidad como fotógrafo», ha explicado uno de los comisarios de la muestra, Arnau González i Vilalta, que ha presentado este martes la exposición junto con el director del museo, Pepe Serra, y los otros dos comisarios: el periodista Plàcid Garcia-Planas y el nieto del artista, Toni Monné.
La muestra repasa fotografías que el autor realizó antes, después y durante la Guerra Civil, siendo estas últimas en su gran mayoría inéditas, ya que el fotógrafo las guardó en una caja roja y muchas jamás las mostró, probablemente por el trauma que supuso el conflicto para él, o por miedo a ser manipulado, según ha explicado Monné.
«Campañà podría haber sido [Agustí] Centelles antes que Centellas, pero no quiso… Era tal el trauma que no quiso ser el referente gráfico de la Guerra Civil, mucho antes que Centelles recuperara sus negativos. Estas imágenes de Campañà podrían haber marcado gráficamente nuestra mirada sobre la Guerra», ha afirmado González i Vilalta.
«Esa caja roja es una metáfora de muchas cosas, no sólo de él, sino de muchas familias», ha reflexionado Monné que, junto con Garcia-Planas y González i Vilalta, ha insistido en el carácter psicológico de la muestra, que destapa el impacto que tuvo la guerra en su obra y muestra la evolución del artista.
UNA MIRADA, UN ESPEJO
Católico, catalanista y moderado, Campañà retrató con igual dignidad a los milicianos anarquistas que a los militantes falangistas; a las tropas republicanas, que a los soldados italianos o africanos; a los saqueos de iglesias, que a los bombardeos; a las fiestas en pleno conflicto, que al hambre y la violencia, ha recordado Garcia-Planas.
«Pero eso no lo convierte en un equidistante; Campañà es el hombre que nos pone ante un espejo, ante una pregunta, porque él mismo se interrogó toda la vida», ha sostenido el periodista, que ha destacado cómo el fotógrafo supo captar con sensibilidad y capacidad estética la complejidad de la guerra, pero también de la posguerra.
Así, en la parte final de la exposición se contraponen diversas imágenes que dan fe de esa complejidad: «Campañà retrata bajo la estatua de Colón de Barcelona el funeral de Durruti, y unos años después la visita de Franco… Qué habrá bajo esa estatua dentro de veinte años? Quizás no habrá estatua», ha dicho Garcia-Planas.
«Esta es una exposición con más preguntas que respuestas», ha añadido el reportero que, como Campañà, ha invitado a los visitantes a huir de las soluciones cerradas y reflexionar sobre las grandes cuestiones que retratan las imágenes del fotógrafo: la belleza, la violencia, el paso del tiempo, la propaganda, la muerte y la vida.
En esta exposición abrimos más preguntas que respuestas, pero nos gustaría que la gente no vea fotos de la Guerra Civil, si no fotos de temas que son de hoy mismo y que son valores universales: el sufrimiento, la reconstrucción, la solidaridad, las guerras que pasan en todo el mundo y de su complejidad», ha añadido Monné.
UNA OBRA PROLÍFICA
«Campañà era una persona que vivió devorada por la fotografía; que lo recorre absolutamente todo, desde la revolución y la violencia de la Guerra Civil, al fútbol amateur y profesional; desde las obras del Camp Nou, al boom turístico; desde la fotografía artística, a la fotografía industrial», ha dicho González i Vilalta.
La muestra, dividida en tres partes, repasa cómo Campañà pasó de ser un fotógrafo pictorialista, vanguardista y experimental, a un fotoperiodista que retrata la guerra, a una última etapa paisajista, industrial o costumbrista, ya que fundó una existosa empresa de postales y retrató el desarrollismo de la posguerra.
Esta última etapa pasa en la exposición por las manos del artista Jesús Galdón, que ha realizado una intervención en la que mezcla imágenes de postal realizadas por Campañà con sus fotografías de la guerra, con el objetivo de hacer reflexionar sobre el pasado, el conflicto y el recuerdo.