Las mujeres jóvenes rechazan y denuncian más los discursos de odio sexista en redes sociales, mientras que los hombres jóvenes tienden más a «banalizar o normalizar», según la investigación ‘Discursos de odio sexistas en redes sociales y entornos digitales’, realizada por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (Fad).
El estudio cualitativo, cofinanciado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, se ha realizado a través diversos grupos de discusión, con un total de 32 jóvenes de 17 a 29 años, celebrados en abril de 2020.
Según precisan los autores del informe, «ante el discurso de odio sexista, las mujeres jóvenes muestran un rechazo más patente y una posición más activa de denuncia». Mientras, señalan que los hombres «tienden a quitar hierro» a este tipo de manifestaciones de odio recurriendo a «la normalización» y «apoyándose en el humor».
Los jóvenes participantes en el estudio dicen saber reconocer sin problemas los discursos de odio, tanto dentro como fuera de las redes sociales, aunque chicos y chicas coinciden en que estos discursos son «más frecuentes y más virulentos» en el mundo online.
Esto se debe, según precisan al «anonimato y la distancia», a una regulación –límites y normas– a veces «difusa» en las redes acerca de este tipo de discursos, y a una sensación de «impunidad» percibida por el usuario.
Por tipo de canal, declaran que Twitter se ha convertido en la red social en la que los discursos de odio son «más frecuentes» y «adquieren una dimensión más desproporcionada hasta el punto de normalizarlo». En el polo opuesto sitúan a WhatsApp, Pinterest, Snapchat, LinkedIn y TikTok.
Atendiendo a los motivos por los que se activa el discurso de odio sexista señalan: el género, el cuerpo o el aspecto, y el activismo, por ejemplo, defender el feminismo en las redes.
En este sentido el estudio indica que «el discurso de ‘los odiadores’ es sumamente ofensivo, pero su base es netamente defensiva: crean o comparten discursos de odio para obstaculizar cambios que puedan poner en riesgo las posiciones que ocupan».
Otra de las conclusiones de la investigación es que es mucho más sencillo identificar a las víctimas de los discursos de odio que a estos ‘odiadores’ debido a que hacen los comentarios desde el anonimato o desde perfiles ‘fake’.
Algunos hombres participantes en el estudio reconocieron que usan las redes para «desfogarse, que disfrutan creando polémica o participando en debates acalorados en las redes sociales».
Además, durante 26 semanas también se ha realizado un escucha social sobre palabras clave vinculadas al sexismo como ‘feminismo’, ‘machismo’, ‘feminista’, ‘patriarcado’ o ‘feminazi’ y el resultado muestra que el 79% de las publicaciones en torno a estos términos fueron realizadas por hombres frente al 21% que fueron publicadas por mujeres.