Un incentivo se puede definir como un estímulo con el cual un individuo puede obtener mayor motivación, ya sea para estudiar, trabajar o completar una meta. Es por esto que los incentivos son usados en una amplia variedad de ámbitos.
El incentivo es un premio o beneficio que se obtiene luego de alcanzar un objetivo, o sea, motiva a una persona a cumplir con una actividad, para mejorarla o culminarla en el menor tiempo posible. Si bien son usados en diferentes aspectos, este término suele ser generalmente asociado al ámbito laboral.
Por ejemplo, un incentivo puede ser un bono económico por terminar “X” trabajo en el mejor tiempo posible, o alcanzar un determinado número de ventas antes de culminar el mes.
El origen del incentivo
Al inicio de la Organización Científica del Trabajo, durante la mitad del siglo XX, Frederick W. Taylor fue el primer autor en hablar de los incentivos laborales, afirmando que los trabajadores aumentan su esfuerzo al recibir incentivos según su nivel de productividad.
Por su parte, Taylor crea junto a sus colaboradores un sistema de organización, el cual permite la división de tareas en los procesos de producción. Dicho sistema en realidad era propio de las organizaciones industriales, y cuyo objetivo era el aumento de la productividad en los trabajadores.
De esta forma Taylor terminó observando, que luego de aplicar y estudiar este sistema de diferentes condiciones, que el incentivo hacía que los trabajadores se aumentaran su esfuerzo y como resultado, la productividad aumentará en consecuencia de esto.
Característica del incentivo
A nivel laboral, el incentivo puede ser de diferentes tipos, pero a pesar de esto el objetivo es el mismo: mejorar la productividad e incrementar el rendimiento de los trabajadores, así como aumentar su satisfacción personal con la empresa.
Dicha satisfacción se podrá traducir entonces como un incremento en su motivación y como resultado de esto asistirá al trabajo feliz, siendo esto lo que la empresa busca y le interesa, ya que, por una parte, está velando por el bienestar de sus trabajadores, mientras que por otro lado, vela por su negocio. En otras palabras, ambas partes salen beneficiadas.
Aunque no todos los incentivos funcionan de la misma manera para todos los trabajadores, pues la eficacia de incentivo dependerá del tipo de trabajador. Ya que si bien algunos trabajadores están satisfechos con un bono, otros prefieren contar con algunos días libres, mientras que alguno optan por contar con más beneficios sociales, y así.
En otras palabras, cada trabajador le funcionará uno u otro tipo de incentivo para así conseguir motivarse e incrementar su nivel de productividad en el trabajo. Es por esto que las empresas deben reconocer las diferentes necesidades y motivaciones de toda su plantilla, para así conseguir destinar el incentivo adecuado para cada trabajador.
Tipos de incentivo
A nivel laboral, los incentivos pueden ser de diferentes tipos. Hay varias clasificaciones, pero generalmente la más aceptada es aquella que divide los incentivos entre económicos y no económicos:
- El incentivo económico: Son retribuciones monetarias o económicas, como por ejemplo: Las pagas extra, los bonos, el aumento de sueldo o las comisiones. En otras palabras, todo lo que signifique una mejora salarial, o en su defecto un ingreso extra. Este es el tipo de incentivo más utilizado por las empresas.
- El incentivo no económico: Son las medidas tomadas para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. Este tipo de incentivo es más diverso, pues pueden retribuciones tangibles o intangibles. Como por ejemplo los seguros de vida, planes de pensiones, seguro médico, servicios de comedor, transporte o guardería, entre muchos otros más. Hoy en día este tipo de incentivos están comenzando a ser más utilizados por las empresas, pues ofrecen cierto atractivo en la mejora de las condiciones laborales o de oportunidades.
Aplicación del incentivo y sus funciones en el trabajo
El incentivo es mucho más que una simple mejora en los niveles de productividad de los trabajadores, pues además tienen otras funciones:
- Aumenta la productividad: Este es el principal objetivo del incentivo, pues a través de este se incrementa la motivación de los trabajadores.
- Atraen nuevos talentos: Permiten captar nuevos perfiles para las empresas, reteniéndolos para que se sumen a la plantilla.
- Mejora el sistema de promociones: EL incentivo también aumenta el sistema de promociones de una empresa, pues los trabajadores que cuenten con un mayor potencial, podrán ascender mediante estas promociones sin tener que irse a trabajar para la competencia.
- Funciona como filtro: Permiten filtrar a aquellos trabajadores que no encajen con la empresa, permitiendo que los que estén en sintonía con la empresa, así como su dinámica y filosofía, se mantengan trabajando en esta.
- Mejoran el ambiente laboral: Es natural que los trabajadores que se sientan a gusto con la empresa, desarrollen un mejor ambiente laboral, permitiendo que sea más agradable y productivo.
- Reduce la abstención laboral: Ha sido comprobado que los incentivos permiten que se reduzca el absentismo laboral, las bajas, entre otros.