La audiencia de Masterchef ha ido decayendo a lo largo de los años. Pero el mínimo de share que marcó en febrero ha hecho a la dirección y a la productora del programa tomar medidas. En el segundo mes del pasado año, el programa de cocina de TVE marcó tan solo una media del 8,6% de cuota de pantalla. Así que ha habido que hacer algún cambio para darle un nuevo impulso. Uno de ellos tiene que ver con Jordi Cruz. Durante los siguientes programas no va a aparecer.
El presentador catalán lleva desde 2013 en cada una de las ediciones y spin-off de Masterchef. Este programa ha sido el buque insignia de la cadena pública. Ha sido de los más seguidos. Y gran parte de la culpa la han tenido tanto sus conductores como los concursantes. Por ahora tanto Pepe Rodríguez como Samantha Vallejo-Nájera van a seguir en el reality. Pero Será Jordi Cruz el que no aparezca. Su sustituto va a ser el popular Dabiz Muñoz, el chef con 3 estrellas michelín y su DiverXo. Veremos qué tal pega este chef tan estrafalario con respecto a los otros dos cocineros tan tradicionales.
1El juez más duro de Masterchef
El salto a la fama tanto de Jordi Cruz como de su restaurante ha sido gracias a Masterchef. Sin duda ha sido uno de los jueces más duros que ha habido a lo largo de todo el concurso. Y aunque Pepe parecía más serio, era Jordi el que daba los ataques más duros.
Y es que cada uno de los chefs del programa tiene su propio rol. Mientras que Pepe hace el papel más cercano a los concursantes y más de a pie de calle, Jordi opta por ser el típico cocinero elitista que nunca está conforme con ningún plato.
Samantha pone la parte más femenina y tranquilizadora del trío. Desde la parte de Jordi Cruz han venido las críticas más destructivas del concurso. Incluso ha hecho comentarios que han rozado con lo cruel.
En una ocasión tuvo incluso que retractarse de algún comentario que había hecho. Fue por el plato de “León come gamba” que ya ha quedado para los momentos más lamentables de la televisión. No solo criticó el plato si no que incluso hizo llorar al propio concursante humillándolo más allá de lo normal.