La Fiscalía Provincial de Madrid solicita diecisiete meses de prisión para dos mujeres por dirigirse en tono «burlesco» y movidas por su «intolerancia» hacia una mujer de origen extranjero que viajaba en el metro junto a su hijo de cuatro años, han informado fuentes fiscales.
A ambas acusadas les imputa un delito de odio, además de otros tres delitos leves de lesiones y otro de desobediencia. Concurre en ambas acusadas la atenuante de embriaguez. El juicio se celebrará este martes en la Audiencia Provincial de Madrid.
El escrito de acusación señala que sobre las 19.00 horas del 17 de abril de 2018 las dos mujeres se encontraban en la Línea 3 del Metro cuando, «movidas exclusivamente por sus prejuicios, por el desprecio y su intolerancia hacia las personas de origen extranjero», se dirigieron en tono «burlesco, de menosprecio y agresivo» contra una pasajera de nacionalidad venezolana que viajaba en el mismo vagón junto a su hijode cuatro años.
Así, ambas acusadas se dirigieron a la víctima en los siguientes términos: «Mira la extrajera asquerosa», «Va ocupando dos sitios», «Yo me quiero sentar». «A ver si ésta quita la cosa esa (refiriéndose al niño) que va ocupando asiento ella, él y encima mete el carro en el vagón».
La mujer venezolana no contestó a las «provocaciones» y, pese a ello, las dos acusadas continuaron profiriendo frases despectivas como: «debe de ser rumana porque no se entera de nada», «estoy que me meo. No aguanto más, pues puedes mear el carrito del niño, jaja». «Es buena idea, lo mismo me meo en el carro. «¡qué asco de inmigrantes», «cada vez que viajo por la mañana el metro está lleno de negros y extranjeros de mierda».
Cuando Ximena iba a bajar del vagón en la parada Colonia Jardín con el carrito donde llevaba a su hijo, A. H. R. le agarró por detrás, «dándole un fuerte tirón del pelo y zarandeándola mientras le decía puta extrajera, teniendo que ser ayudada por otras personas para evitar que cayera al suelo y para poner fin a dicha agresión».
Una agente de policía fue testigo de la agresión y, tras identificarse e instar a las acusadas a que cesaran en su comportamiento violento, recibió como contestación: «Negra de mierda, me das asco, vete a tu país, no me da miedo que seas policía», lo que provocó que la agente pidiera refuerzos.
Por su parte, D. E. B. que también había presenciado los insultos y las agresiones se interpuso entre ambas acusadas, lo que provocó que A. H. R. le arañara en el cuello y le mordiera en el dedo pulgar de la manoizquierda, «mientras que N. A. C. se lanzaba contra él propinándole múltiples golpes en la cabeza con una lata de cerveza».
A la vista de la situación creada, un vigilante de seguridad del Metro intentó impedir que las acusadas abandonaran el lugar, siendo agredido por A. H. R. «quien le golpeó en la cara intentando arañarle los ojos y con patadas en las piernas, así como un mordisco en el dedo mientras le decía maricón de mierda, hijo de puta, cobarde».