La nueva presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha afirmado que los partidos independentistas están trabajando en consensuar una reacción conjunta si hay «injerencias» del Estado en decisiones políticas de Cataluña durante la legislatura que acaba de empezar.
La negociación actual entre los partidos independentistas debe llevar a una «unidad de acción política, institucional, antirrepresiva y de proyección internacional», ha añadido este domingo en una entrevista de TV3.
Al preguntársele si el secretario del Parlament le advierte de posibles inconstitucionalidades esta legislatura, ha lamentado que puedan llegar «injerencias» y ha defendido textualmente que la Cámara debe ser inviolable.
La que fue candidata de Junts a las elecciones catalanas ha insistido en que los partidos independentistas están hablando de cómo afrontar unidos lo que ha llamado injerencias: «Estamos trabajando justamente para ver cómo nos preparemos ante estas situaciones que ya hemos vivido en la anterior legislatura».
ASUMIR POSIBLES RESPONSABILIDADES
«Hemos de preservar a los funcionarios», ha matizado, pero los políticos sí deben asumir responsabilidades según lo que han decidido las urnas.
Y ha lamentado que la legislatura ya empezó el viernes con un problema: la Mesa de Edad rechazó la delegación del voto solicitada por el diputado electo de Junts Lluís Puig (ya que está en Bruselas), y ha dicho que «el derecho de voto de un diputado es un derecho básico», por lo que asegura que ella preservará derechos como éstos.
«Evidentemente somos conscientes» de los problemas que le puede acarrear según qué decisiones de este tipo.
«Se ha de recuperar la normalidad democrática», según ella, y eso implica rechazar lo que ha denominado injerencias del Estado.
QUIÉN ESTÁ EN LA MESA DEL PARLAMENT
Sobre la falta de partidos representados en la nueva Mesa del Parlament, ha dicho que «refleja» el resultado electoral, y, sobre la falta de los comuns en concreto, ha respondido que se ha apoyado la presencia de la CUP porque hace falta buena coordinación de los independentistas esta legislatura.
En cuanto a su predecesor, Roger Torrent, Borràs ha dicho que en su discurso ella no hizo «ningún reproche» al republicano, sino que centró sus elogios en otra predecesora, Carme Forcadell.
EL ENCAJE ERC-JUNTS «HA DE EXISTIR»
Borràs ha afirmado que en esta legislatura hay que avanzar hacia la independencia, con los resultados electorales que ha habido: ella ve un empate técnico entre ERC y Junts, por lo que defiende coordinación, pese a tener «estrategias diferentes».
El encaje «ha de existir», y ha añadido que de la mesa de diálogo -que ERC defiende- se debe pasar a un proceso de negociación.
«Vistos los resultados, porque las consecuencias están sobre la mesa y todo el mundo las puede ver, lo que planteamos es pasar a un proceso de negociación: no necesitamos dialogar con el Estado; necesitamos negociar con el Estado cómo resolvemos este conflicto político», ha dicho.
Es optimista en alcanzar un acuerdo independentista en la nueva legislatura, pero no ha querido concretar más, alegando la discreción durante las negociaciones.
Ha admitido que la legislatura pasada fue «tumultuosa» entre los socios del Govern pero también ha destacado que fue muy compleja de afrontar.
Preguntada por si eso augura o no una larga legislatura, ha dicho que hay que hacerlo todo y bien, sin «renunciar a nada» en ninguna de las políticas, incluida la aspiración a la independencia.
Sobre por qué Junts mantiene su pacto con el PSC en la Diputación de Barcelona, ha respondido que el independentismo debe «trabajar para que justamente no se produzcan estas situaciones», aunque ha atribuido ese acuerdo a una situación puntual.
En referencia al coronavirus y a la crisis económica consiguiente, ha afirma que hay un déficit fiscal catalán que conlleva precariedad pero ha defendido la reclamación al Estado de ayudas directas que planteó el entonces presidente Quim Torra.
INVESTIGADA
En cuanto a que está investigada, ha dicho que ha aceptado presidir el Parlament pese a que estar en primera línea conlleva riesgos de «persecución política» y de presunción de culpabilidad en vez de inocencia.
Ha asegurado que «no habría causa» si ella no hubiera ascendido en la política siendo directora de la ILC, consellera de Cultura y, después, diputada del Congreso.
Una vez más ha negado las acusaciones, y ha destacado que los emails de los que parte la investigación «son correos que hace aparecer la ‘policía patriótica».