Dentro del FC Barcelona las cosas se comienzan a acomodar poco a poco, pese a todas las dificultades que hay en el club. Si bien institucionalmente hay una crisis, producto de los escándalos ocasionados por la antigua directiva, como el Barçagate; hay una deuda de proporciones galácticas; y deportivamente acaban de salir de la Champions League, lo cierto es que ya se comienza a ver algo de luz al final del túnel. El juego del equipo mejora, aunque muchos no se engañan y saben que mucho debe cambiar para la temporada que viene si quieren volver a la gloria; y también otra noticia importante es que la estabilidad institucional regresará con el correr de los días al ya por lo menos haber la figura de un presidente, gracias a la elección de Joan Laporta. Con alguien al mando todo puede mejorar, aunque tiene mucho trabajo por delante.
El nuevo presidente de la entidad catalana deberá evaluar varios aspectos de cara al futuro para resolver la precaria situación que envuelve al equipo; pero más que nada deberá concentrarse en el factor económico, porque este es el que está dando más quebraderos de cabezas de todos. Cierto es que con Lionel Messi en la plantilla el gasto en fichas aumenta debido a que pagar esos 50 millones de euros anuales no es nada fácil, al igual que pensar en grandes fichajes como los de Kun Agüero o Haaland; no obstante, aún con el argentino quedándose en el club o meditando posibles fichajes, Laporta tiene problemas más serios en la figura de un elemento que puede ser una gran piedra en el zapato a la hora de renovar la plantilla. Ese elemento no es otro que la deuda a corto plazo que pesa sobre las arcas del equipo azulgrana.
Una deuda que pone todo más complicado
Los planes de Laporta en el Barcelona pasan por mejorar de forma drástica la plantilla de la que dispondrá Koeman la próxima campaña; pero con la deuda a corto plazo del club ese objetivo se dificulta. Según ‘KPMG’ la economía de la entidad catalana se vino más a pique por la pandemia del coronavirus; pero uno de los aspectos más graves ha sido que esa deuda ha llegado a los 268,5 millones de euros, así también lo informó el medio ‘Palco23. Además agregan que en términos de liquidez están mucho peor que el Tottenham, quien es el segundo que aparece en la lista; porque aunque el conjunto inglés aventajaría al Barça en deuda total, los pagos que debe hacer el equipo español son más urgentes. Con el conjunto blaugrana encabezando este listado, su futuro se ve mucho más negro; algo que parecía realmente imposible.
Ya se ha visto que en el Barcelona las cosas pueden empeorar con mucha facilidad y esta deuda a corto plazo es una prueba. Todo se hunde mucho más si se le compara con sus más inmediatos rivales, el Real Madrid y el Atlético de Madrid; porque la deuda a corto plazo de ambos equipos de la capital española sería de unos 50 millones de euros, según estos medios, lo que pondría a los azulgrnas en una situación de mucha desventaja. Jaume Giró, el responsable económico en la campaña de Laporta, ya especificó que sería imposible equilibrar cuentas sin que se tocara los salarios de los jugadores; así que estos ya estarían trabajando para lograr que todos se bajen el sueldo, empezando por un Messi que si quiere quedarse deberá reducir su ficha un 50% (ganar 25 millones de euros), algo que luce muy difícil por no decir imposible.
Fichajes que se le pueden escapar
Con ese panorama tan gris en Barcelona, Laporta se ha hecho con el mando y ahora le toca arreglar como pueda ese desaguisado que dejó Bartomeu. Sin arreglar la economía del club será más que complicado traer todo los refuerzos que ha pedido Koeman; aunque, claro está, con fichajes a bajo presupuesto o de jugadores que llegarían gratis eso se puede resolver. Ya algunos como Memphis Depay o Eric García están en la mira y son hombres que en su momento el entrenador neerlandés ha pedido como refuerzos. De llegar este verano, el estratega estaría más que complacido; porque recibiría esos jugadores que tanto ha pedido y no dañaría la economía del club de forma grave. El verdadero problema vendría si Koeman quisiera contar con jugadores de más peso; porque no se podrá fichar a nadie con esa deuda que cargan a cuestas.
Contrataciones como las de Haaland, del que se dice pueden intentar ficharlo dada la buena relación que tiene Laporta con el agente del noruego, Mino Raiola, podrían ser factibles en el mundo de sueños que pintan algunos medios; pero la realidad es que la deuda que pesa sobre ellos y que aún los tiene pagando por fichajes como los de Coutinho, por el que todavía hay que pagar 69 millones de eros, pues hacen imposible que el delantero nórdico arribe a la disciplina azulgrana. El desafío de Laporta en el Barcelona, en su segunda etapa al mando del club, es enorme; porque no solo deberá resolver el problema económico, también reforzar una plantilla que lo necesita. La carrera a contrarreloj comienza desde ya.