La tortilla de patatas es, por aclamación popular, la joya de nuestra tradición gastronómica. A pesar de elaborarse con ingredientes muy básicos y baratos, este manjar se ha ganado el aprecio de comensales de todo el planeta, y resulta especialmente extraño encontrar en España un restaurante o bar donde no se sirva.
Nuestra envidiada tortilla ha intentado ser replicada, sin éxito, en lugares de todo el planeta, pero por el camino nos hemos encontrado con grandes aberraciones. Y es que, aunque se trate de una receta sencilla, no todo el mundo sabe darle el toque adecuado a la suya. Si quieres cocinar una perfecta, mejor que sigas los consejos que hoy te damos en el Día de la Tortilla de Patatas.
1ORÍGENES HUMILDES DE LA TORTILLA DE PATATAS
La ciudad de Villanueva de la Serena (Badajoz) es considerada el lugar donde nació, en el siglo XVIII, la tortilla de patatas, un plato que fue ideado por «casualidad» y por la «necesidad» de alimentos que había en esa época de la historia, según explica el cronista oficial de la localidad, Antonio Barrantes. El especialista relata que «no se buscaba hacer la tortilla de patatas» sino que lo que se «pretendía» era alimentar a la población, porque durante el siglo XVIII «había auténticos problemas y necesidad».
Lo que a priori nació para alimentar a todas las clases sociales, mezclando ingredientes poco costosos, acabó adquiriendo gran popularidad gracias a su gran sabor. Sin saberlo, en este municipio encontraron el santo grial de la gastronomía española al freír las patatas y mezclarlas con huevo.