El portavoz del Grupo Popular en el Senado, Javier Maroto, ha asegurado este martes que no van a hacer valoraciones de las declaraciones del extesorero del PP Luis Bárcenas, siendo así «consecuentes» con la decisión «estratégica» que anunció el líder de su partido, Pablo Casado, ante el Comité Ejecutivo de la formación el pasado 16 de febrero.
Así se ha pronunciado al ser preguntado si pone la mano en el fuego por el expresidente Mariano Rajoy o por la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, tras las manifestaciones de Bárcenas ante el tribunal que enjuicia la pregunta caja ‘b’ del partido asegurando que les entregó sobres con dinero negro junto a otros destacados miembros del partido.
En una rueda de prensa en el Senado, tras la reunión de la Junta de Portavoces, Maroto ha recordado que el propio Casado hizo pública la decisión del partido de «no volver a hacer declaraciones» sobre personas como Bárcenas, «que ya no pertenecen al PP», ni va a pronunciarse sobre «asuntos judiciales en los que se ha dado una versión y la contraria, en función del día». «Que no sorprenda en lo sucesivo que no hagamos más comentarios porque lo hemos dicho todo», ha apostillado.
Maroto ha subrayado que se trata de «una decisión aprobada de forma estratégica» por el partido que él respalda. «Con todo el respeto a los trabajos de los profesionales del periodismo, entended también la decisión que hemos tomado y que seamos consecuentes con esa decisión ya anunciada», ha dicho a la prensa.
Al ser preguntado después si como portavoz del PP en el Senado se plantea alguna medida después de que Bárcenas también haya apuntado al expresidente del Senado Pío García Escudero, Maroto ha señalado de nuevo que aunque se le reitere «muchas veces» la pregunta sobre el extesorero no va a «cambiar la respuesta».
«UNA CUESTIÓN DECIDIDA DE FORMA ESTRATÉGICA»
«No es una cuestión personal, es una cuestión decidida de forma estratégica por mi partido y además comparto esa decisión», ha proclamado Maroto, para referirse así a la decisión que comunicó Pablo Casado al Comité Ejecutivo Nacional del PP el pasado 16 de febrero acerca de que no volverían a hablar de Bárcenas.
«Desde hoy, esta dirección nacional no va a volver a dar explicaciones sobre ninguna cuestión pasada que corresponda a una acción personal que no haya sido en beneficio del partido o incluso haya podido perjudicarle», dijo textualmente Casado, para añadir que no se lo podían permitir más «con el calendario judicial que se avecina».
Tras asegurar que el «coste electoral es y ha sido tremendo» y el «daño para la urgente alternativa que necesita España es inasumible», el líder de los ‘populares’ pidió a los suyos dejar de «preocuparse» por el pasado y ocuparse del «futuro» que propone el PP para los españoles.
En ese mismo Comité Ejecutivo, Casado anunció que el PP dejará la sede de Génova para romper el pasado argumentado que no deben seguir «en un edificio cuya reforma se está investigando en los tribunales. Por lo pronto, el PP no ha desvelado si venderá o alquilará su histórica sede y dónde estará la nueva ubicación del partido, una tarea de la que se está encargando el secretario general del partido, Teodoro García Egea.