La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo(AECID) ha enviado este martes un cargamento de ayuda humanitaria a petición del Gobierno de Guinea Ecuatorial para atender las necesidades ocasionadas por las explosiones registradas el domingo en la ciudad de Bata, en las que fallecieron casi un centenar de personas.
El cargamento está compuesto principalmente por medicamentos y material sanitario y valorado por unos 60.000 euros. El Gobierno solo tendrá que pagar el 25 por ciento de esta cantidad, ya que el envío se realizará a través del Mecanismo Europeo de Protección Civil, que sufragará el 75 por ciento restante, según han informado fuentes de AECID.
La ayuda llegará el miércoles a Bata, capital económica del país, donde el Consulado español y la responsable de la oficina de AECID lo entregarán al Ministerio de Sanidad ecuatoguineano. Su finalidad será respaldar la atención a las personas afectadas y, en especial, a las que están siendo atendidas en los hospitales de Bata, la ciudad más poblada del país.
En la salida de la ayuda desde la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, han estado presentes la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno Bau, y el director de la AECID,Magdy Martínez Solimán, así como el embajador de Guinea Ecuatorial en España, Miguel Edjang Angue.
Moreno ha indicado que el Gobierno «está comprometido con la población de Guinea Ecuatorial y en concreto con la que ha sufrido las consecuencias de la explosión en Bata». Por ello, ha añadido, «hemos querido responder cuanto antes al llamamiento de emergencia de las autoridades ecuatoguineanas».
Por su parte, el embajador ecuatoguineano ha agradecido la ayuda española, resaltando que es «símbolo de la buena relación de los dos estados» y el compromiso de España para con la población de Bata.
Según el último balance oficial, al menos 98 personas murieron y más de 600 resultaron heridas en las explosiones ocurridas en el Cuartel de Intervención Rápida de Nkuantoma de la citada ciudad.
El presidente del país, Teodoro Obiang Nguema, ha atribuido lo ocurrido a la «imprudencia» y la «ignorancia» y la «malicia de los que conocían la peligrosidad» de la dinamita a la que atribuye las explosiones.
«La dinamita normalmente, en otras partes, se guarda muy lejos de la población. Incluso se guarda debajo de la tierra (…). Por eso hemos sufrido esa devastación y prácticamente nos está costando un gasto económico, material y una inseguridad humana», zanjó.