Según apuntan diferentes fuentes, los abogados de Isabel Pantoja llevarían días negociando con Joaquín Moeckel, letrado de Francisco y Cayetano Rivera, la entrega de los objetos personales de Paquirri 36 años después de su fallecimiento. La tonadillera, «acorralada», se habría prestado a llegar a un acuerdo para dar a los hijos de su marido varios enseres y trajes de toreo que pertenecieron al malogrado torero, que muy pronto podrían tener por fin un recuerdo de su padre.
Con la discreción como norma, Cayetano Rivera prefiere no pronunciarse sobre el asunto y con un «¡por favor, de verdad!» se muestra incrédulo porque sigamos preguntándole por la negociación pese a su intención de no hablar de Isabel Pantoja. Eso sí, quizás dejando entrever que todo va sobre ruedas y que pronto podría recuperar las cosas de su padre, el diestro es incapaz de disimular la sonrisa y se adivina la felicidad en su rostro y en sus ojos.
Retomando sus entrenamientos y «mejor» de su lesión en la muñeca, vemos al marido de Eva González con el capote en la mano. Cauto, desvela que «queda todavía» para su regreso a los ruedos y todavía desconoce cuándo le veremos de nuevo en las plazas: «No lo sé, la verdad, estoy empezando hoy el entrenamiento, he tenido una operación».