Acciona se ha adjudicado un contrato en Australia para llevar a cabo la ampliación de la línea de ferrocarril de Hurstbridge, en Melbourne, como parte de un proyecto total de infraestructuras valorado en 530 millones de dólares australianos (343 millones de euros).
El proyecto forma parte del plan de Gobierno del Estado de Victoria para eliminar 75 pasos a nivel en la zona metropolitana de Melbourne, con el objetivo de favorecer la movilidad y la seguridad de los ciudadanos, según informa la compañía en un comunicado.
La obra adjudicada al grupo que preside José Manuel Entrecanales incluye la construcción de dos nuevas estaciones de tren en Greensborough y Montmorency, además de la duplicación de alrededor de tres kilómetros de vía férrea entre estas estaciones, así como 1,5 kilómetros de vías entre Diamond Creek y Wattle Glen.
Los trabajos, que finalizarán en 2022, permitirán ampliar los servicios ferroviarios, reducir las aglomeraciones en los trenes en hora punta y mejorar las conexiones con el transporte público de la zona noreste de la ciudad.
Antes de comenzar la ejecución, la empresa llevará a cabo evaluaciones técnicas y de planificación, incluyendo la perforación geotécnica para determinar las condiciones del suelo y el desarrollo de estudios medioambientales.
Se trata del cuarto paquete del programa ‘Southern Alliance’, adjudicado a Acciona en consorcio con varias empresas australianas como Coleman Rail, WSP y Metro Trains Melbourne.
ACCIONA EN AUSTRALIA
Acciona se estableció en Australia en 2002 y desde entonces ha ejecutado proyectos como los túneles de Legacy Way, en Brisbane, un ‘bypass’ de 41 kilómetros para la autopista de Toowoomba o una planta desalinizadora en Adelaide.
En la actualidad, está llevando a cabo la construcción de dos plantas de conversión de residuos en energía en Kwinana y en East Rockingham, entre otros proyectos.
La adquisición de la mayor parte de la cartera de proyectos en Australia de Lendlease Engineering, junto con las nuevas adjudicaciones ganadas en los últimos meses, ha supuesto aumentar su cartera australiana de infraestructuras hasta más 2.720 millones de euros, tanto en el sector público como en el privado.