La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado que «todas» las mujeres importan «vivan donde vivan y se dediquen a lo que se dediquen» y ha defendido que el liderazgo femenino «no puede ni debe» dejar a ninguna atrás.
Durante la inauguración del acto ‘Mujeres líderes: Por un futuro igualitario y sostenible’, organizado por la Vicepresidencia Cuarta con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, Ribera ha elogiado, precisamente, la necesidad de una mirada «amplia y ancha» –una «característica propia de las mujeres»— para avanzar en materia de igualdad «se viva donde se viva, se trabaje en lo que se trabaje y se elija lo que se elija».
La ministra ha señalado que en este 8 de marzo «extraño» es necesario recuperar y reconstruir ese espacio construido con los «compañeros, los hombres». «Si algo si algo hemos podido constatar es que los avances en derechos no son conquistas que podamos dar por definitivas para siempre, sino que hay que cuidar, mimar, reconstruir. El riesgo de retroceso está siempre a la vuelta de la esquina», ha advertido.
Además, ha hecho hincapié en la brecha de género que se agudiza en el mundo rural, en los entornos de la España vaciada a la que se deben dedicar «grandes esfuerzos» para corregir «lo que la injusticia de muchas décadas ha ido acumulando».
No obstante, ha incidido en que la idea de buscar un desarrollo de oportunidades en el mundo rural es algo que «querido y deseado» por el conjunto de la sociedad.
En ese sentido, ha defendido que la Estrategia Nacional de Reto Demográfico y el Plan de Medidas prioritarias sobre el reto demográfico detectan «con mucha fuerza» que el plan de Recuperación y Resiliencia debe «necesariamente reducir esa brecha y consolidar mayores dosis de cohesión y acelerar el proceso de cambio de la justicia perdida a lo largo de décadas».
En ese contexto, ha anunciado que dentro de 15 días la Comisión Delegada del Gobierno para el Reto Demográfico dará el «pistoletazo de salida» al plan de recuperación que tendrá en cuenta «la cohesión territorial y social» y que incluye algunas líneas «clarísimas» orientadas a la incidencia de género en los desafíos de la despoblación.
Finalmente, ha admitido que es «imposible» diseñar el futuro de un territorio «en contra» de los criterios de su población y por ello ha defendido la metodología de transición justa que se está aplicando en territorios que sufren despoblación como consecuencia del rápido cambio de sus fuentes de recursos acumulados durante mucho tiempo, como el cierre de las plantas de carbón.
RIESGO DE RETROCESO EN LOS DERECHOS
Por su parte, la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, ha agradecido que está en una posición de liderazgo gracias a que un grupo de mujeres luchó para que su camino fuera «posible, no fácil, pero sí posible» y ha expresado su preocupación por el «retroceso en los derechos alcanzados con tanto esfuerzo» en el conjunto de Iberoamérica.
Grynspan ha pedido evitar que «este retroceso se convierta en estructural y a largo plazo», por lo que insiste en que es vital revertir los impactos de la pandemia lo antes posible. «No queremos volver a la normalidad anterior, porque era una normalidad de desigualdad queremos una nueva, más sostenible, más transformadora y eso no ocurrirá sin mujeres en los puestos de decisión», ha manifestado.
Por su parte, la experta en impacto social y tercer sector Begoña Gómez considera que ante las amenazas a los derechos conseguidos considera urge acelerar el proceso de igualdad entre las mujeres.
«Urge un liderazgo feminista que nos aporte más soluciones, que genere más alianzas y que dentro de esas alianzas podamos tener una mayor perspectiva de género en todos los ámbitos de la sociedad», estima Gómez.
«La mujeres se merecen vivir en igualdad lo antes posible. Hay que pisar el acelerador y pensar que si somos más de la mitad de la población, si queremos que nos vaya bien, nos tiene que ir bien a todos», ha insistido Gómez que ve necesario aplicar la sororidad que une a todas las mujeres.
De ese modo, considera que se deben reforzar las alianzas «fundamentales» entre el sector privado y el tercer sector para cubrir las necesidades sociales. «El tercer sector hoy no puede hacerlo solo, necesita al sector privado», asegura Gómez que ve en esa fórmula una oportunidad para lograr un reparto «más equitativo» en todas las regiones.
Por su parte, la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, ha recordado que «muchas brechas que no se han cerrado» y que las mujeres «siempre sufren más» cuando hay una crisis, por eso ha reclamado un mayor impulso a la legislación en materia de igualdad. En su opinión, las empresas deben ejercer un liderazgo para asumir con responsabilidad la igualdad en sus corporaciones y ha destacado que REE es la única empresa del IBEX35 que cumple con la paridad.
Por su parte, la alcaldesa de Salobreña (Málaga) y presidenta de la Comisión de Igualdad de la FEMP, María Eugenia Rufino, ha reconocido que el Plan de Resiliencia es «una oportunidad grandísima» que no puede perder la perspectiva de que los servicios públicos son necesarios especialmente en el mundo rural, donde las oportunidades de empleo «se reducen mucho».
«En una cuestión de educación y tradición. El mundo rural es todavía de los hombres. En cualquier pueblo de menos de 3.000 habitantes es difícil que una mujer verbalice que es víctima de violencia de género», ha denunciado.
Rufino ha pedido también que se avance más en la legislación y que esta obligue a la paridad. En materia legislativa, ha elogiado a las mujeres porque tienen «más vocación social: es una realidad constatada» y por eso opina que las mujeres deben estar en la toma de decisiones económicas y políticas.
La representante de la FEMP ha advertido de que el empleo femenino que se está perdiendo por el COVID-19 «muchas veces difícilmente se va a recuperar», por lo que ha incidido en que se debería aprovechar para que la salida de la crisis sea en clave femenina y se piense en un desarrollo sostenible.