Un estudio del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (Vhio) ha demostrado que las células del sistema inmune presentes en el líquido cefalorraquídeo recapitulan las características de las células que se encuentran en las metástasis cerebrales y su estudio permite establecer biomarcadores de respuesta al tratamiento con inmunoterapia.
Según ha informado este lunes el Vhio en un comunicado, los inhibidores del punto de control inmune (anti-PD-L1, anti-CTLA4 y anti-PD1) son un tratamiento de inmunoteraapia que está demostrando eficacia para controlar algunos tumores de pulmón y melanoma porque son tumores con muchos antígenos.
Estos dos tipos de cáncer, junto con el de mama, tienen una gran tendencia a generar metástasis cerebrales: «El problema es que estas nuevas lesiones pueden ser muy distintas del tumor primario y comportarse de una manera diferente ante los tratamientos de inmunoterapia», ha asegurado el director de Investigación Translacional y Preclínica del Vhio, Joan Seoane.
La presencia de células T en tumores es un marcador que puede dar información sobre si el tumor es susceptible de responder a un tratamiento con inmunoterapia, y el estudio, publicado en ‘Nature Communications’, pretendía analizar si con un método no invasivo, como el análisis del líquido cefalorraquídeo, se podría detectar este marcador sin necesidad de realizar una biopsia del tumor en el cerebro.
Los investigadores analizaron las muestras de 48 pacientes con metástasis cerebrales, que fueron obtenidas tanto en el Hospital Vall d’Hebron gracias a la participación del Servicio de Neurocirugía, como en el Hospital Clínic de Barcelona.
Analizaron las células del sistema inmune que se encontraban en las metástasis cerebrales y, en paralelo, se analizaron las células del sistema inmune presentes en el líquido cefalorraquídeo.
«Necesitábamos saber qué tipos de células había en el líquido cefalorraquídeo y compararlas con las obtenidas de las lesiones metastásicas. Si los resultados eran similares, significaba quehabíamos desarrollado un método no invasivo que nos permitiría predecir la respuesta a los tratamientos de inmunoterapia», ha apuntado Seoane.
COLABORACIÓN DEL CNAG-CRG
El estudio contó con la colaboración del grupo Genómica de Células Individuales del CNAG-CRG liderado por Holger Heyn: «Demostramos que la secuenciación del receptor de células T proporciona un código de barras celular que puede evaluarse fuera del tumor, lo que abre nuevas vías para la detección del cáncer de forma más sistemática», ha explicado Heyn.
Seoane ha añadido que se pudo comprobar que las células del sistema inmune obtenidas de las muestras de líquido cefalorraquídeo eran «muy parecidas» a las células del sistema inmune obtenidas de las lesiones del tumor cerebral.
Además, ha explicado, a través de la secuencia de los receptores de las células T, se ha podido ver, con el análisis del líquido cefalorraquídeo, cuáles son las células T que reconocen el tumor y cuáles son las que están actuando en función del tratamiento.