Aunque con el problema de la pandemia nos hemos visto en la necesidad de utilizar mascarillas a donde sea que nos dirijamos, y también se nos ha visto restringida la posibilidad de salir y experimentar a la naturaleza misma; la prevención contra la alergia al polen no se ha establecido que se confiera con esta protección contra en Covid-19; no al menos plenamente.
2Las mascarillas al rescate
Hace más de 30 años que se impuso el uso de las mascarillas para evitar los problemas alérgicos al polen, mecanismo que evita la necesidad de buscar servicios médicos y el uso de drogas para la alergia y sus complicaciones; sin embargo, hasta ahora que la pandemia ha hecho de este uso algo común, la gente no las utilizaba por temor al señalamiento de los demás como personas enfermas; más aún si lo que se trataba era de evitar una reacción al polen.
Para el presidente del comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología en Inmunología Clínica, el Dr. Ángel Moral, esta situación hacía menos posible evitar las alergias; pero, con la obligatoriedad impuesta en estas circunstancias, los alérgicos han podido hacer más prevención que antes; ahora, lo que sí hay que dejar en claro, es que no todas las mascarillas realizan esta prevención al polen, pues de los tres tipos de mascarillas que se describen, solo una es recomendable para este efecto.
En estos momentos del año, aún joven, y faltando solo semanas para que entre la primavera, ya se han estado dando los casos de alergia al polen que afecta hasta a la conducción, desde hace casi un mes, de manera elevada; tal vez por la presencia de las temperaturas que han estado bajando y han permitido la floración adelantada.