El escritor Kazuo Ishiguro regresa al terreno de la ciencia ficción con ‘Klara y el Sol’, un libro en el que ahonda sobre temas como la inteligencia artificial, la soledad y el comportamiento humano: «Lo que pretendo es escribir algo que cada vez sea distinto».
En rueda de prensa telemática, ha asegurado que en cada libro quiere que se refleje su yo en el momento de la redacción, y se toma tiempo para escribir cada obra: «No quiero escribir un libro cualquiera. Prefiero no escribir nada. Tengo que tener muy claro lo que quiero escribir».
Es la primera novela publicada del autor británico de origen japonés desde que recibió el Premio Nobel, la ha editado Anagrama tanto en castellano como en catalán y está narrada por Klara, una androide AA –Amiga Especializada– dedicada al cuidado de niños, que observa el comportamiento y las emociones humanas.
Ishiguro (Nagasaki, 1954) ha explicado que existe una relación con su novela ‘Nunca me abandones’, aunque no era consciente durante su redacción, y se convierte en su respuesta a la tristeza de aquella, y ha pretendido expresar anhelo a través de una androide que «nunca pierde la esperanza infantil y tiene una creencia de que existe una cierta bondad en el mundo».
Uno de los temas que sobrevuelan sobre la novela es la tecnología y cómo el ‘big data’ puede tener impacto en la vida de los seres humanos, en la que Klara se convierte en una metáfora de los impulsos humanos y el autor se pregunta qué tiene de especial el ser humano.
Ishiguro ha dicho que en la sociedad existe una tendencia a que cada vez sea más tecnológicamente avanzada y que se cree un «desajuste» entre el interés de la sociedad y el de las empresas tecnológicas.
Ha afirmado que la tecnología tiene un «potencial enorme para el bien» en ámbitos como la salud, pero ha alertado que la sociedad necesita despertarse para evitar los peligros que puede conllevar un mal uso de la tecnología.
«LOS SERES HUMANOS NECESITAN A OTROS SERES HUMANOS»
«Los seres humanos necesitan a otros seres humanos», ha añadido Ishiguro, aunque en la novela plantee un androide muy empático con la humanidad, y ha dicho que en la actualidad se puede estar en el umbral de cambios como en la revolución industrial del que se tiene que aprovechar las ventajas y afrontar desafíos como el paro que la IA puede conllevar.
Kazuo Ishiguro se siente cada vez más optimista, pero no tanto con los sistemas políticos, y considera necesario que las futuras generaciones aporten nuevas ideas que «todavía contengan humanismo en su centro» y poder alinearlo con el impacto de la tecnología.
Preguntado por si la pandemia ha influenciado en la redacción de la obra, ha respondido que si existen ecos es «pura coincidencia» porque había acabado su escritura antes de la irrupción del coronavirus, y se está preocupado por el impacto emocional que dejará en la sociedad.
LITERATURA
Ishiguro ha vaticinado que los géneros y categorías dentro de la literatura tenderán a reorganizarse por tener un origen en un mundo pasado y a haber una fusión con el cine y los cómics, y ha mostrado su «apertura total» a nuevos formatos.
No es muy lector de ciencia ficción, pero sí le ha interesado el mundo audiovisual alrededor del género, y siempre le han interesado autores como Stanley Kubrick y Bob Dylan, capaces de cambiar en cada trabajo: «Era el ideal a seguir».
El autor cree que la literatura es un «reflejo honesto de lo que siente el escritor», que se convierte en un reflejo honesto de lo que la sociedad siente, y ha añadido que los sentimientos y sensaciones se intercambian a través de los libros, las letras de canciones y la música.
Sobre si la concesión del Premio Nobel ha influido en la escritura de ‘Klara y el Sol’, ha contestado que no, porque ya tenía escrita más de una tercera parte de la novela, y confía en que «no afecte para nada» a futuros libros.